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El secretario general del PP, Teodoro García Egea. EFE
El PP precipita su plan de absorber a Ciudadanos

El PP precipita su plan de absorber a Ciudadanos

Edmundo Bal acusa a los populares de gestar una «operación» para «comprar voluntades» de cargos y miembros del partido naranja

Domingo, 14 de marzo 2021, 23:15

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El Partido Popular ha encontrado en la fallida moción en Murcia, instigada por PSOE y Ciudadanos, la justificación que necesitaba para lanzar la OPA hostil que Pablo Casado llevaba meses preparando contra el partido naranja. Su secretario general, Teodoro García Egea, a quien desde la calle Génova otorgan todo el mérito de desactivar el intento de cambiar de signo político al Gobierno de la Región, ya hizo un llamamiento de puertas abiertas la semana pasada «a todos los miembros y cargos de Ciudadanos» para que desertaran y se pasaran a sus filas. Los de Inés Arrimadas denunciaron este domingo que algunos miembros de su formación estaban recibiendo mensajes similares al móvil. «Comenzamos el proceso de unión», rezaba el texto.

El primero en recoger el guante fue el senador de Ciudadanos Fran Hervías, exsecretario de Organización y uno de los últimos hombres fuerte de la época de Albert Rivera. El sábado por la noche, antes de darse de baja y renunciar a su acta en la Cámara alta, acusó a Inés Arrimadas de ser «una muleta del sanchismo».

El mensaje cayó como un jarro de agua fría entre la dirección de Ciudadanos, que convocó por la mañana una comparecencia urgente de su portavoz parlamentario, Edmundo Bal. En un tono duro y sin cortapisas, afeó al PP por gestar una «operación» para «comprar voluntades» de miembros del partido. También llegó a insinuar que los de Casado estaban usando «la 'caja b'» para ello. «No lo vamos a consentir, no nos vamos a rendir, no vamos a bajar los brazos», sentenció.

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El cruce de reproches no se quedó en Madrid. La coordinadora autonómica de Ciudadanos en Murcia, Ana Martínez Vidal, que estaba llamada a ser la nueva presidenta de la Región si la moción triunfaba, también acusó a Hervías de estar «detrás de los tránsfugas que mantienen a Fernando López Miras en el poder», en referencia a los tres diputados díscolos de la formación que pactaron con el PP votar en contra de la moción que había pactado su partido con los socialistas apenas 48 horas antes.

Depurar responsabilidades

Mientras Ciudadanos amenaza con colapsar, su líder, Inés Arrimadas, trata de reorganizar de urgencia las piezas que aún no han sido afectadas por su error de cálculo. Hoy, los naranjas celebran una comisión ejecutiva de alto voltaje que fue convocada el viernes pasado a petición expresa de destacados barones de la formación como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, o el vicepresidente de Andalucía, Juan Marín, comunidad que se ha salvado, por ahora, del efecto dominó murciano.

Arrimadas ha estado pegada al teléfono todo el fin de semana, intentando aplacar los ánimos de sus compañeros más críticos. La papeleta es difícil, además de intentar frenar la sangría de deserciones que se avecina, otro de los puntos principales del día pasará por diseñar la estrategia para las elecciones madrileñas, sobre la que algunas encuestas auguran que Ciudadanos no alcanzará el umbral del 5% de los votos requerido para obtener representación en la Asamblea regional. Una final que llega en el peor momento. Lo cierto es que el partido encara la cita dividido y cada vez son más las voces críticas que piden una «depuración de responsabilidades» por parte de la directiva actual.

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