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Esta nueva andanada se produce dos semanas después de que el Gobierno vetase la presencia del jefe de Estado en el acto de entrega de despachos a la nueva promocíón de jueces, que se celebró en la ciudad condal. El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, desveló una conversación privada con el Rey en la que este lamentaba su ausencia. El Ejecutivo esgrimió entonces motivos de seguridad por la inminente inhabilitación del presidente de la Generalitat Quim Torra, razones que ahora no afectan a la visita prevista este viernes para la entrega de premios de la New Economy Week (BNEW), un encuentro impulsado y organizado por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, un acto al que Felipe VI acudirá junto a Pedro Sánchez.

Lo expresado por Pisarello coincide con la visión de la alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau, que interpreta que la presencia del monarca no contribuye a reforzar la «imagen de modernidad y de buen hacer que la economía necesita».

En esta línea, Pisarello ha aseverado que «mientras la Casa Real no actúe con transparencia, no informe de los casos de corrupción que la rodea y siga dando cobertura a la huida del rey emérito Juan Carlos a una dictadura», será «muy difícil vincularla» a la «innovación y al cambio» en lugar de a la «economía de prebendas».

Sin embargo, el portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha enmarcado la visita del Rey a Cataluña dentro del «funcionamiento normal» de la institución. También asegura que entre PSOE y Podemos «hay respeto por las posiciones diferentes hacia la monarquía».