Borrar
Oriol Junqueras y Pere Aragonès, en una imagen de archivo. EFE
El independentismo también se la juega en las elecciones madrileñas

El independentismo también se la juega en las elecciones madrileñas

El secesionismo catalán teme los efectos del resultado electoral sobre los indultos y la mesa de diálogo bilateral

Cristian Reino

Barcelona

Lunes, 3 de mayo 2021, 16:09

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las elecciones madrileñas son las menos autonómicas de su historia y también tendrán efecto en Cataluña. Esquerra y Junts están pendientes de los comicios a la Asamblea de Madrid porque influirán en las negociaciones que mantienen para formar gobierno en Cataluña. «No dependemos del resultado de Madrid, pero seguro que lo puede poner más fácil o más difícil», apuntan en ERC, porque el PSOE «condiciona» las decisiones al «calendario electoral».

La carpeta catalana es uno de los asuntos que tiene que afrontar Pedro Sánchez en los próximos meses. Con dos asuntos delicados, los indultos y la reanudación de la mesa de diálogo que tendrá que encarar, con una derecha crecida, si se confirman las encuestas que dan una amplia victoria a la popular Isabel Díaz Ayuso.

La opción de los indultos recibió la semana pasada un respaldo inesperado con el voto particular de dos de los nueve magistrados del Constitucional que se desmarcaron de la sentencia que avala el fallo del Supremo sobre el 'procés' por «desproporcionada» e instaron al Supremo a que respalde los indultos. El informa del alto tribunal es el único documento que falta para que el Consejo de Ministros tome una decisión. La Fiscalía se opone, la Abogacía del Estado no se pronuncia y el Tribunal de Cuentas ha informado que los presos ya han satisfecho parte de sus responsabilidades pecuniarias por los gastos del referéndumdel 1-O.

Una radicalización de la derecha tras las elecciones de este martes no se lo pondrá fácil al Ejecutivo. La Moncloa situaba recientemente la resolución de los indultos entre verano y otoño, pero la victoria de Ayuso puede anticipar un cambio de ciclo en la política española. Un mal resultado de los socialistas será una derrota personal de Sánchez y condicionaría su estrategia apaciguadora con el soberanismo catalán.

Aunque en el improbable caso de que se produzca un vuelco en las encuestas, Sánchez, reforzado, podría encontrarse el campo menos minado para decidir sobre la medida de gracia para los nueve presos.

La viabilidad de la mesa

El diálogo entre la Moncloa y la Generalitat está aparcado desde febrero del año pasado y ahora aguarda para volver a reunirse a que se forme un nuevo Ejecutivo en Cataluña. «Los resultados de Madrid marcarán la viabilidad de la mesa de diálogo», opinan los independentistas. ERC cree poco en la mesa, aunque es su bandera, y Junts no cree nada. Esta cuestión es clave en las negociaciones para la investidura. Ambas formaciones están de acuerdo en darle dos años de margen a la mesa para ver si se avanza en la resolución de la cuestión catalana. El choque entre los independentistas viene a la hora de decidir qué hacer tras esos dos años. Junts pide una hoja de ruta clara de confrontación, sin llegar a especificar qué implica eso. En cambio, Esquerra, aunque en su pacto con la CUP habla de un nuevo «embate» contra el Estado que podría ser un referéndum, no quiere pillarse los dedos con compromisos rupturistas.

Y de nuevo aparece Madrid. Un Sánchez derrotado en las urnas regionales tendrá poco o ningún margen para afrontar el diálogo con los independentistas, ya que la oposición fundamenta buena parte de su estrategia en acusar al Gobierno de coalición de hacer concesiones a ERC a cambio de la investidura de Sánchez y de aprobar los Presupuestos.

La lectura que hacen los independentistas de las consecuencias del resutado de las elecciones de Madrid difiere, como ocurre con casi todo. Esquerra fía la buena evolución de su relación con el Gobierno de Sánchez a que el PSOE y Unidas Podemos mantengan su coalición, pero un revés en las urnas sería un mal presagio para el futuro del acuerdo.Junts, en cambio, prefiere, aunque no lo exprese en público, un debilitamiento de Sánchez para redoblar la estrategia de enfrentamiento contra el Estado que impulsa Carles Puigdemont desde Waterloo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios