La abstención de Junts y PP salva el plan de Díaz de acortar la semana laboral

Esta vez sí y con la red de seguridad que supone que la iniciativa se presente como una PNL y no como un proyecto o proposición de ley, la medida estrella de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar superó su prueba de fuego en las Cortes tras el rechazo en el pleno del martes y el varapalo de su formación en las elecciones gallegas.

Sumar había forzado un primer debate en la Cámara baja para poner aprueba el apoyo de los diputados a la medida pero se acabó topando el martes con acusaciones de «markerting»político o «autobombo» por parte incluso de los socios de investidura como PNV o BNG.

Finalmente, el texto salió adelante es jueves con una amplia mayoría de 169 votos a favor, 33 en contra y 142 abstenciones tan solo dos días después de que Junts volviera a reivindicarse como actor clave para la acción ejecutiva del Gobierno y advirtiese a Díaz de que tendría que negociar si quería que la iniciativa fuese aprobada.

Tras conocerse el resultado, la titular de Trabajo ha señalado con un mensaje en redes sociales que ésta será la «legislatura del tiempo» y ha destacado que con esta acción, están dando «pasos adelante» para conseguir ganar tiempo para la vida con «hechos, no palabras», recalcó Díaz.

La propuesta refrendada insta al Gobierno a abrir «con carácter urgente» un proceso de diálogo social que culmine con la modificación del Estatuto de los Trabajadores para incorporar una reducción de la jornada laboral de aplicación progresiva.

Se trata de la segunda iniciativa registrada por Sumar en el Congreso en apenas dos meses y menos exigente que la presentada en diciembre de 2023, cuando se instaba al Gobierno a acometer la reducción, sin apelar al diálogo social, y poniendo como tope 37,5 horas semanales, abriendo la puerta a un pacto con los agentes sociales para bajar hasta las 32 horas.