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La presidenta del Parlament Laura Borràs. Efe
Borràs inaugura una cumbre contra la corrupción, presentándose como una víctima de la «represión»

Borràs inaugura una cumbre contra la corrupción, presentándose como una víctima de la «represión»

«La guerra jurídica es una estrategia de represión», afirma la presidenta del Parlament, imputada por cuatro delitos

Cristian Reino

Barcelona

Viernes, 8 de julio 2022, 10:54

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La presidenta del Parlament, Laura Borràs, investigada por cuatro delitos, entre ellos prevaricación y malversación, ha inaugurado este viernes una cumbre contra la corrupción en la Cámara catalana. A un paso de ser juzgada por presunta corrupción, Borràs se ha presentado como una víctima de lo que ha calificado como «represión» del Estado contra la disidencia política. «La guerra jurídica es una estrategia de represión y consigue el objetivo de ensuciar, con la corrosiva mancha de la corrupción, los adversarios políticos«, ha afirmado. «En democracias viciadas con tics autoritarios, a veces la corrupción también puede dejar de ser un problema que es necesario eliminar y convertirse, de manera perversa, en una arma para combatir la disidencia política», ha añadido.

Estaba hablando en genérico, pero de forma velada se estaba refiriendo al caso por el que está a punto de ser procesada, por haber fraccionado 18 contratos por valor de más de 300.000 para adjudicárselos a un amigo durante su etapa como directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). Borràs está en el ojo del huracán, desde que hace una semana el TSJC dio por acabada la investigación y la dejó a un paso de sentarla en el banquillo por cuatro delitos que podrían sumar penas de 15 años de cárcel. Sus socios ya le han avisado que su causa penal no tiene nada que ver con el 'procés'. Y la mayoría de la Cámara catalana, incluidos ERC y la CUP, le piden que dimita, en aplicación a un artículo del reglamento del Parlament que señala que si un diputado es procesado por delitos de corrupción, como es su caso, pierde sus derechos parlamentarios de manera inmediata. La presidenta del Parlament se considera inocente y ya ha avisado que no dimitirá.

En su discurso, ha destacado que el principal objetivo de la cumbre es «reforzar los mecanismos de lucha contra la corrupción», que implica también «el esfuerzo de todos por perfeccionar la democracia». Para la presidenta, «el lawfare también es una estrategia de represión» una estrategia que, según la presidenta, «es especialmente grave porque consiste en la corrupción de la lucha contra la corrupción» y eso, «empeora la democracia porque la subvierte y pervierte«.

Borràs ya ha advertido de que se encastillará. Cuenta con el apoyo de un manifiesto firmado por 7.000 personas, la mayoría de la órbita nacionalista de Junts. El sábado, su entorno celebrará un acto de apoyo. Y además se enfrenta a una segunda causa penal, en este caso por desobediencia. La mayoría independentista de la Mesa del Parlament acordó ayer «asumir toda la responsabilidad de la redacción y publicación» del acta del pleno que recoge el voto del diputado de Junts, Lluís Puig, huido en Bélgica, pese a que el Tribunal Constitucional haya anulado su delegación de voto. «La democracia también está asediada, y ayer vivimos una muestra de ello hasta bien tarde en el Parlament», ha afirmado sobre la delegación de voto de Puig.

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