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Juan Roig Valor
Martes, 18 de junio 2024, 07:00
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Los aranceles provisionales que propuso la Comisión Europea a los vehículos eléctricos chinos son consecuencia de las crecientes tensiones comerciales entre los dos grandes bloques que, a día de hoy, siguen siendo interdependientes en lo que a comercio internacional respecta.
El miércoles pasado, Bruselas presentó las tasas que pretendía instaurar a partir del 4 de julio, «si no se llegaba a un acuerdo con las autoridades chinas que estuviera en línea con las leyes de la Organizacion Mundial de Comercio». Estas van del 17% a BYD hasta el 38% para SAIC, que se sumarían a la tasa del 10% ya en vigor a las importaciones chinas.
El Gobierno de Xi Jinping ya había amenazado con tomar medidas de retaliación en las semanas previas al anuncio de la Comisión, como un incremento del 25% para los motores de más de 2.5 litros de cubicaje, algo que perjudicaría especialmente a las marcas alemanas, para las que el país asiático supone más de un tercio de sus ventas.
De momento, Pekín no ha hecho pública ninguna retaliación arancelaria, pero según el diario oficial 'Global Times', varias empresas chinas han solicitado formalmente que se investigue la exportación de cerdo por parte de la UE.
Según Chim Lee, el analista sénipr de China en Economist Intelligence Unit, «que se opte por investigar la carne de cerdo se puede interpretar como una decisión específica para evitar dañar a Alemania, que se ha mostrado en contra de los aranceles de Bruselas. España y Francia, que se posicionaron a favor, son grandes proveedores de cerdo».
En 2022, España fue el mayor exportador de carne porcina del mundo, con 2,7 millones de toneladas con un valor de 7.000 millones de dólares. Se estima que en torno a 1.000 millones son los que van a parar a China.
«Nadie quiere una guerra comercial con China», afirmó el ministro de Transporte del Gobierno de coalición de Olaf Scholz, «sería catastrófico para Alemania y perjudicial para la UE». El país aboga por encontrar «una solución amistosa, pero es evidente que hace falta movimiento serio por parte de China».
Mercedes-Benz, Audi y BMW, especialmente en sus modelos de mayor gama, están particularmente expuestos ante un incremento de aranceles, pues cuentan con joint ventures en el país con producción local. Porsche, en cambio, exporta todas sus ventas al país, que fueron un 25% del total durante el primer trimestre.
Las empresas de automoción registraron caídas en bolsa considerables tras el anuncio de los aranceles provisionales por parte de la Comisión. Las del Grupo Volkswagen retrocedieron más de un 6%, las de Stellantis un 5%, las de Porsche un 4,5%, las de Renault un 4,9% y la cotización del índice conjunto, el Stoxx Europe 600 Automobile & Parts, un 4,15%.
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