Zelenski, al parlamento italiano: «Imaginad una Génova completamente quemada tras semanas de asedio»

Tras recibir como bienvenida un aplauso en pie de los miembros del hemiciclo de Roma, Zelenski habló con crudeza de la situación de Ucrania: «Los muertos son enterrados en fosas comunes. La invasión rusa está destruyendo nuestro país, pero nuestro pueblo ha respondido y se ha convertido en un Ejército». Pasó luego el líder ucraniano a actualizar la cifra de niños muertos en la guerra (117) y a comparar a Génova con Mariúpol, la ciudad del mar de Azov símbolo de la barbarie de la invasión. Las dos urbes portuarias tienen una población similar: alrededor de medio millón de habitantes. «Imaginad una Génova completamente quemada tras tres semanas de asedio. Imaginad una Génova de la que la gente tiene que escapar», dijo Zelenski, para quien la guerra es culpa «de una sola persona», refiriéndose al presidente ruso, Vladímir Putin.

En una hábil alternancia entre las comparaciones y las responsabilidades compartidas, recordó más adelante que la invasión de su tierra es posible gracias al «dinero de la exportación del gas y de petróleo» ruso, que tienen en Italia uno de sus grandes mercados, hasta el punto de que el país cubrió el 43% de sus necesidades gasísticas el año pasado con compras a Rusia. Frente a la «destrucción de nuestros valores» que para Kiev supone Moscú, Ucrania se presenta como «la verja» que detiene al Ejército ruso. «Ellos quieren entrar en Europa, pero la barbarie no debe entrar», indicó.

Para Italia resulta determinante imponer «más sanciones y presiones» a Rusia y no acoger a los oligarcas de ese país «de vacaciones», pidió Zelenski. Le va en ello su propio interés, pues las consecuencias de la guerra «se sienten en diversas partes del mundo». La crisis alimentaria que se avecina debido a las dificultades para que Ucrania mantenga sus exportaciones de cereales puede desestabilizar muchos países de bajo rédito en África y Oriente Medio, como ya advirtió la ONU. «Esto también implica a vuestros vecinos al otro lado del mar», señaló el presidente ucraniano, refiriéndose a las nuevas olas migratorias que podrían producirse en el Mediterráneo central.

Al final de la sesión tomó la palabra Draghi para celebrar la «dignidad» y «heroicidad» de la resistencia de Ucrania frente a la «arrogancia» del Gobierno ruso. Garantizó que continuarán tanto las ayudas, incluidas las de tipo militar, como la acogida a los refugiados y aseguró que Italia «está preparada para hacer más». También mostró el apoyo de su país al ingreso de Ucrania a la Unión Europea, aunque dejando claro que se trata de un «recorrido largo».

La invitación a Zelenski para que ofreciera un discurso en el Parlamento no gustó a todos los diputados y senadores. Después de que un grupo de exparlamentarios del Movimiento 5 Estrellas (M5E) amenazara con no participar en la sesión al sostener posiciones filorrusas, un senador de esa formación fue más allá al pedir la salida del M5E del Gobierno. «Ha llegado la hora de retirar los ministros y subsecretarios de este Ejecutivo que ha decidido enviar armas a Ucrania, haciendo de Italia un país cobeligerante», clamó Vito Petrocelli, presidente de la Comisión de Exteriores del Senado.