Borrar
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. afp
Scholz califica de «irritante» el veto de Zelenski a la visita del presidente alemán a Kiev

Scholz califica de «irritante» el veto de Zelenski a la visita del presidente alemán a Kiev

La bofetada virtual a Steinmeier se produce una semana después de que este admitiera sus «errores de apreciación» respecto a la línea de «cercanía» que Alemania cultivó con Moscú

Joana Serra

Berlín

Miércoles, 13 de abril 2022

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Está por ver si la bofetada (virtual) propinada por el presidente Volodímir Zelenski a su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, cerrará o abrirá las puertas hacia los suministros que Kiev ansía de Berlín. Por lo pronto, al jefe del Estado alemán le correspondió admitir, cabizbajo, que no era «visitante anhelado» por el líder ucraniano y que no había lugar para él en la misión de alto nivel comandada por Polonia y los países bálticos que ha viajado a la exrepública soviética.

La negativa de Zelenski a recibir a Steinmeier tal vez se habría tratado de resolver por discretos canales diplomáticos. Pero el popular diario 'Bild', el más leído de Alemania, la difundió el martes a través de su edición digital mientras seguía la visita oficial de su presidente a Varsovia. Hasta ese momento, la reunión entre éste y el presidente polaco, Andrzej Duda, se había saldado con una comparecencia conjunta entre pronunciamientos solidarios con Ucrania. Tras la revelación del 'Bild', Steinmeier explicaba, aún en Varsovia, que su intención habría seguido seguir desde ahí a Kiev, pero que eso obviamente no iba a ocurrir. El Gobierno ucraniano no desmintió el veto hasta este miércoles, con la grieta diplomática ya abierta, en que un asesor dijo en la CNN que no se prohibió la visita.

Duda partió al frente de la delegación de alto nivel completada por los presidentes de Lituania, Estonia y Letonia -Gitanas Nauseda, Alar Karis y Egils Levits-. La expresión de «solidaridad europea» quedó así reservada a ese grupo de países que, desde el minuto cero de la invasión rusa, ha mostrado el más incondicional apoyo a Ucrania, reclamado más suministros directos de armas a su Ejército y también el adiós a la dependencia energética rusa.

LA CLAVE:

  • El líder ucraniano quiere en realidad una fotografía con el canciller Olaf Scholz y no con Steinmaier, cuyo cargo es representativo

Era ya la posición tradicional de ese bloque de países del flanco este, que llevan años pidiendo refuerzos de la OTAN y temiendo las hostilidades territoriales del líder del Kremlin, Vladímir Putin. El gesto de este miércoles es muy hábil, ya que le permite a Zelenski acrecentar el liderazgo polaco entrte sus apoyos. El primer ministro, Mateusz Morawiecki, le visitó en medio del acoso a Kiev a mediados de marzo y Varsovia se ha empleado activamente en pedir aviones militaresy la exclusión aérea sobre Ucrania.

El enfado del canciller

La bofetada virtual a Steinmeier se produce una semana después de que éste admitiera sus «errores de apreciación» respecto a la línea de «cercanía» que Alemania cultivó con Moscú, tanto bajo el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder -entre 1998 y 2005- como en los 16 años en el poder de la conservadora Angela Merkel. Antes de llegar a la presidencia, en 2017, Steinmeier había sido ministro de la Cancillería de Schröder. Con el relevo en el poder se convirtió en titular de Asuntos Exteriores de dos mandatos de Merkel. Al periodo compartido con su correligionario Schröder corresponde el nacimiento del proyecto germano-ruso Nord Stream, suscrito por el entonces canciller y su aliado Putin.

A su paso por Exteriores, se produjo la ampliación del gasoducto, defendido por Merkel incluso en plena anexión de Crimea, en 2014. Las cercanías de la socialdemocracia alemana vienen de décadas y no son exclusivas de esa familia política, sino que las cultivaron también los conservadores de Helmut Kohl y Merkel.

Pero no es solo esto lo que molesta a Zelenski. El mediático presidente ucraniano quiere de Berlín algo más que un 'mea culpa'. Un paseo conciliador de Steinmeier le aportará poco, ya que, además, el cargo de presidente en Alemania es de rango representativo. La visita que reclama Zelenski es la de otro socialdemócrata, Olaf Scholz, en tanto que líder del Ejecutivo que debe aprobar los envíos de tanques o cortar con el gas ruso. «Es irritante», respondió este miércoles el canciller en televisión, acerca de la cancelación del viaje presidencial. «Habría sido bueno recibirlo. No quiero hacer más comentarios. Es un poco irritante, para ser educado», enfatizó Scholz. Y recalcó que Ucrania «tiene todo el apoyo y solidaridad de Alemania». Pero declinó responder acerca de si estaba en sus planes visitar a Zelenski en Kiev.

Desde el punto de vista de los cánones diplomáticos, es difícil imaginarse al canciller federal acudiendo a una cita para la que se apeó al máximo cargo institucional del Estado. Pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha implantado una especie de nuevo orden o desorden internacional donde ya nada es como debería ser.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios