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Domique Strauss-Kahn. AFP
Strauss-Kahn y el origen del 'Me Too'

Strauss-Kahn y el origen del 'Me Too'

Un documental revive el escándalo sexual que en 2011 acabó con su carrera política y marcó el inicio del movimiento mundial de denuncia de mujeres

Beatriz Juez

París

Viernes, 18 de diciembre 2020, 18:02

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¿Qué pasó el 14 de mayo de 2011 en la habitación 2806 del hotel Sofitel de Nueva York? El documental de Netflix 'El imputado de la habitación 2806' ha vuelto a poner de actualidad el escándalo que provocó la caída del político francés Dominique Strauss-Kahn después de que una empleada de un hotel le acusara de intento de violación. La guineana Nafissatou Diallo denunció que Strauss-Kahn la agredió sexualmente cuando ella entró a limpiar y se lo encontró desnudo. «Era como un simio, un animal», explica Diallo. El político socialista aseguró entonces que la relación fue consentida.

¿Quién dijo la verdad? El francés Jalil Lespert, director del documental, ha querido ser «lo más objetivo posible» y dejar al espectador sacar conclusiones. El escándalo provocó la dimisión de DSK –como se le conocía en Francia– como dirigente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y dio al traste con sus ambiciones de ser el candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2012, donde partía como favorito.

El caso del Sofitel cambió «para siempre» la vida de Diallo, que había emigrado a EE UU en busca de una vida mejor para ella y su hija. «Pienso que en este asunto solo se hablaba de mí. Tenía la impresión de ser una criminal que hubiera atacado a alguien. Eso me duele», explica. A esta mujer, presunta víctima de una agresión sexual, le acusaron en la prensa de mentir, de tender una trampa a DSK, de querer chantajearle y de ser una prostituta, lo que no era verdad, para desacreditarla.

La Fiscalía cuestionó su credibilidad, ya que en los interrogatorios cambió varias veces su versión. Los investigadores aseguraron que habló con su novio del dinero que podía sacar pues Strauss-Kahn era muy rico. Ella lo niega. También se descubrió que había mentido al solicitar asilo en EE UU, al asegurar que un grupo de hombres la había violado en Guinea. Si mintió una vez, podía volver a hacerlo, razonó el fiscal.

Un juez neoyorquino desestimó en agosto de 2011 los cargos contra Strauss-Kahn, a petición de Fiscalía, que consideraba que no podía ser probado que el político francés abusó sexualmente de ella. «No hicieron nada porque soy pobre, porque no soy nadie», opina Diallo. DSK quedó libre. Las dos partes llegaron a un acuerdo económico después de que ella presentara una demanda civil. Según algunos medios, el político le habría pagado un millón de dólares para no ir a juicio.

El político socialista no quiso participar en esta docuserie, que fue el programa más visto la semana pasada en Netflix Francia. Pero romperá su silencio en otro documental, que se estrenará en octubre de 2021. «Nunca he dado mi versión de los hechos que marcaron mi retirada de la vida política (…) Ha llegado la hora de que hable», anunció DSK en Twitter.

Acusaciones anteriores

A lo largo de su carrera, Strauss-Kahn se ha visto envuelto en otros escándalos sexuales, pero nunca ha sido condenado. Desde la acusación de intento de violación de la periodista francesa Tristane Banon hasta las acusaciones de abuso de posición por haber mantenido una relación consentida con una subordinada del FMI, pasando por un escándalo con prostitutas de lujo en un hotel de Lille.

El documental de Netflix nos traslada a un mundo antes del #MeToo. Este movimiento estalló en las redes sociales en octubre de 2017 para denunciar las agresiones sexuales y el acoso que han sufrido mujeres en todo el mundo, a raíz del escándalo desatado por las acusaciones de abuso sexual del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.

«La revolución #MeToo comenzó con el caso DSK», afirma Tristane Banon, quien acusó a Strauss-Kahn de intentar violarla en 2003. Su caso fue desestimado por la Justicia francesa porque el delito había prescrito. Nueve años después del caso que puso patas arriba su vida, Diallo ha descubierto que «no estaba sola». «Muchas mujeres han hablado después de este caso. Han vivido lo mismo. Mi historia habrá servido para evitar que ocurran cosas horribles. Y estoy orgullosa», asegura.

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