Hamás intenta incluir a tecnócratas afines en el futuro gobierno de transición de Gaza
JD Vance llega a Israel en mitad de la creciente alarma en EE UU ante la posibilidad de que Netanyahu ordene desplegarse al ejército por la negativa de los islamistas a desarmarse
Miguel Pérez
Martes, 21 de octubre 2025, 11:36
Hamás planea infiltrarse en el próximo Gobierno de transición de Gaza. La emisora pública israelí KAN ha informado este martes de que la organización islamista ... ha desarrollado un plan secreto para posicionar a algunos afines y habría suministrado sus nombres a Egipto, así como los de los mediadores que intervienen en la confección de esta autoridad de tecnócratas.
El canciller egipcio, Badr Abdelatty, anunció el pasado 15 de octubre que ya disponía de una quincena de representantes para integrar este grupo, que esencialmente se dedicará a planificar la reconstrucción de la Franja y supervisar su gestión civil bajo las órdenes de la 'Junta de Paz' presidida oficialmente por Donald Trump. Abdelatty aseguró entonces que la lista había sido aprobada por todas las partes, incluido Israel, lo que siembra dudas sobre la presencia de Hamás en este equipo. La información de la emisora pública, habitualmente fiable en sus reportes, precisa que los islamistas han sugerido a tecnócratas palestinos que apoyan al movimiento o sus ideales. En principio, ninguno pertenecería a su buró político. Según KAN, el objetivo de Hamás es continuar ejerciendo cierto liderazgo sobre el futuro de Gaza.
La cuestión coincide en cierta medida con unas declaraciones de Mohammed Nazzal, alto cargo del politburó, quien ha manifestado que Hamás está preparado para firmar un alto el fuego de hasta cinco años, plazo que se utilizaría para reconstruir la Franja y dejar listo el territorio para un nuevo Ejecutivo. Nazzal añadió que desde ese momento deberían revisarse las oportunidades ofrecidas a la población para convertirse en un Estado palestino. La milicia, durante ese tiempo, no se desarmaría en su totalidad.
Parece casi imposible que Israel acepte esos términos. De hecho, la misma emisora ha anunciado que el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha anunciado ya a Estados Unidos que no dará pasos a favor de la reconstrucción de Gaza mientras no reciba garantías del desarme de Hamás y la inutilización de todos sus túneles bajo el territorio. Un informe de las Fuerzas de Defensa preocupa al gabinete hebreo al confirmar que la organización islamista conserva operativos para sus milicias los subterráneos aún en pie, donde guardaría los arsenales que le quedan, y le sirven para movilizar a sus células.
El ejército advierte que Hamás está recuperando punto por punto todos los resortes de poder de los que disfrutaba anteriormente para controlar la Franja. Ha restaurado sus patrullas en la mitad del territorio donde ya no operan los militares y renombrado cargos 'institucionales' para dirigir Gaza. Entre ellos ha designado a cinco gobernadores y autoridades locales en las ciudades y campos de refugiados.
La Cámara de Comercio de Gaza ha llamado este martes la atención sobre la necesidad de acelerar el proceso de paz para evitar que la organización islamista prosiga su consolidación. Afirma que no es posible que el grupo vuelva a restablecerse en las condiciones de presión actuales, pero puede recuperar «su influencia si no se pasa a la segunda fase del acuerdo: abrir los pasos fronterizos, normalizar la vida, integrar a los jóvenes al trabajo y dar esperanza de futuro», ha explicado el presidente de la veterana institución económica privada, Iyad Abu Ramadan, a N12 News.
Fase de reconstrucción urgente
Ramadan ha advertido que «el fortalecimiento de Hamás o el fortalecimiento de la actividad armada, independientemente de quién la lleve a cabo, se logra imponiendo el asedio y destruyendo la esperanza entre los jóvenes de Gaza». Si se transmite «el mensaje de que no vivirán como el resto del mundo, los jóvenes recurrirán a la violencia y el ciclo de violencia continuará», ha añadido, para urgir tanto a EE UU como a Israel a iniciar la fase de reconstrucción. La Cámara de Comercio, formada por ingenieros, intelectuales y «personal de campo», se ha ofrecido a ambos gobiernos a asesorar en la reconstrucción y la formación de un «gobierno democrático de Gaza». «No ambicionamos estar en el poder», pero sí «promover un cambio de gobierno pacífico, dentro del marco nacional palestino», ha manifestado Ramadan.
Cómo el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu metaboliza las pretensiones de Hamás y asume este proceso es una incertidumbre incluso para la Casa Blanca. El vicepresidente JD Vance acaba de llegar este mediodía a Israel para una visita de tres días destinada a supervisar el arranque de la segunda fase del plan de paz de Trump. Fuentes de la Casa Blanca han filtrado a 'The New York Times' que en la Administración norteamericana existe una enorme preocupación porque el primer ministro hebreo sucumba a la presión del ala radical de su gabinete y ponga fin al alto el fuego.
El gabinete no está dispuesto a aceptar que Hamás evite su desarme y, al parecer, cada vez es más escéptico sobre la mediación catarí, egipcia y turca. Algunos consejeros del primer ministro creen que está dispuesto a ampliar el margen de movimientos de los islamistas con el fin de evitar una ruptura y satisfacer a Estados Unidos.
«Esta gente nos está llevando a las puertas del infierno», ha exclamado el diputado Amit Halevi, del gobernante partido Likud, en la emisora del ejército, acusando por primera vez a los negociadores de poner en riesgo la seguridad del Estado hebreo. La delegación israelí ha trasladado a la mesa de diálogo que, a su juicio, Hamás ya ha violado el acuerdo suscrito hace once días al no devolver a todos los rehenes fallecidos y atacar al ejército al sur de Rafah.
Máxima tensión
JD Vance, que está en Jerusalén con aparentemente una cartera de posibles inversiones e interesantes colaboraciones con Israel en materia de defensa, tiene el mandato de Trump de concienciar a Netanyahu de que no rompa el acuerdo. El mismo encargo tienen los enviados especiales estadounidenses, Steve Witkoff y Jared Kushner, que llevan en el país desde el lunes y ya avisaron al primer ministro de que no tenga tentaciones de retractarse, y menos de volver a desplegar el ejército. Por cierto, ambos se han reunido con algunos de los últimos rehenes liberados, quienes les rogaron que «no escatimen esfuerzos» para conseguir el retorno de todos los cautivos fallecidos.
La tensión es máxima, tanto que nunca se había observado una alarma igual en las esferas de Washington desde la llegada de Trump a la presidencia. La Cámara de Representantes mantiene contactos con influyentes representantes hebreos para afianzar el alto el fuego y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha conversado con el ministro de Finanzas israelí, el ultra Bezalel Smotrich, azote de la tregua, para convencerle de que acepte el plan de paz. Usó dos elementos de fuerza: el «regreso histórico de los rehenes» y el «gran potencial de expansión de los Acuerdos de Abraham» con el resto del mundo árabe.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión