Indignación en Francia por la leve condena a tres policías que agredieron a un joven negro detenido

El tribunal penal de Seine-Saint Denis condenó al policía Marc-Antoine C., el principal acusado, a 12 meses de prisión con suspensión de pena por «violencias voluntarias». Sin embargo, el jurado no consideró que el porrazo que recibió Théo en la zona anal durante su detención le provocara una incapacidad permanente, como consideraba el fiscal, por lo que la pena fue menor de lo que éste había solicitado.

Este agente francés también fue condenado a 5 años de prohibición de ejercer su trabajo en la Policía en la vía pública y cinco años de prohibición de llevar armas. No tendrá que abandonar el cuerpo, sino que podrá, por ejemplo, tener un puesto administrativo.

Sus dos compañeros, Jérémie D. y Tony H., fueron condenados a tres meses de prisión y cinco años de prohibición de ejercer su trabajo en la vía pública. La Fiscalía había solicitado penas de entre tres meses y tres años de prisión con pena suspendida contra los tres policías.

Théo permaneció en silencio tras escuchar el veredicto. A pesar de la ligera condena, su abogado, Antoine Vey, se mostró satisfecho con el veredicto, que calificó «de apaciguamiento». «Para nosotros es una victoria», señaló el abogado defensor, que consideró que es «una decisión simbólica para decir que sí existen comportamientos inaceptables» en la Policía, añadió Vey. «Es una decisión de condena, de verdad y para nosotros una decisión de justicia. El mensaje es muy claro: estas violencias no tenían ninguna razón de ser y los tres policías han sido condenados», consideró el letrado.

En cambio, un grupo de activistas antirracistas y víctimas de violencia policial, que habían acudido al tribunal a mostrar su apoyo a Théo, se mostraron indignados por la leve condena de los tres oficiales. «¿Para cuándo una condena firme (para los policías)», se preguntaban los activistas.

Thibaud de Monbrial, abogado del policía autor del porrazo, aseguró que su cliente sentía «un inmenso alivio» porque el veredicto dice que «no es un criminal». «No han cometido un crimen», insistió en la misma línea Linda Kebbab, delegada nacional del sindicato Unité SGP Police en declaraciones a la prensa francesa.

Théo, que cuando ocurrieron los hechos tenía 22 años y era mediador social, fue detenido el 2 de febrero de 2017 en Aulnay-sous-Bois durante un control rutinario de identidad. Según su versión de los hechos, fue testigo de una escena entre un policía y un chico del barrio. El tono empezó a escalar y él trató de interponerse para que no degenerara la situación a más. Un agente le golpeó en la cara, hubo una pelea entre ellos y uno de los agentes sacó su porra y se la metió violentamente en el ano. «Me sentí violado», explicó Théo en el juicio.

Según los policías, Théo no quiso someterse a un control de identidad, les agredió y tuvieron que utilizar la fuerza para detenerlo. La agresión policial provocó la rotura del esfínter anal de Théo al ser golpeado con la porra extensible en el ano. Siete años después de esta agresión, Luhaka, de 29 años, sufre secuelas físicas y psicológicas, que le han provocado una depresión, aislamiento social y un sentimiento de culpabilidad, según contó en el juicio.

El suceso provocó en 2017 una ola de indignación en Francia, hubo manifestaciones en apoyo de Théo y en contra la violencia policial y derivó en varios días de protestas violentas en varias localidades de las afueras de París.