El jefe de la OTAN avala la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk

En declaraciones al semanario germano 'Welt am Sonntag', Stoltenberg ha dicho que teniendo en cuenta el carácter de la campaña rusa contra Ucrania «los militares, tanques y bases rusas son objetivos legítimos -de Ucrania- según el Derecho Internacional». Según sus palabras, lo que busca Kiev en Kursk, según manifestó Zelenski, es crear «una zona tampón para evitar nuevos ataques desde el otro lado de la frontera y ese derecho no termina dentro de los límites de la propia frontera», de acuerdo con la legislación mundial.

Al mismo tiempo, el jefe de la OTAN admitió que «Ucrania no discutió de antemano con la Alianza sus planes en Kursk. No jugamos ningún papel». «Como todas las operaciones, esta también está plagada de riesgos. Pero es decisión de Kiev cómo defenderse», puntualizó.

Stoltenberg se congratuló además del apoyo de Alemania a Kiev ya que «necesita seguir defendiéndose y finalmente ganar». Antes, el secretario general de la Alianza había anunciado que en septiembre comenzará a funcionar en el territorio germano una misión de la OTAN para coordinar toda la asistencia al país invadido.

El Ejecutivo de Zelenski sostiene que su ejército controla ya en Kursk más de un centenar de localidades y casi 1.400 kilómetros cuadrados de Rusia. La marcha del avance de las tropas ucranianas en esta región se trató en la reunión del Consejo OTAN-Ucrania del pasado miércoles, que fue convocada a petición de Kiev tras la intensificación de los ataques de Moscú con misiles y drones.

Por otro lado, las autoridades rusas informaron en la mañana de este sábado de cinco muertos y medio centenar de heridos en el ataque ucraniano llevado a cabo el viernes por la noche contra la ciudad de Bélgorod, centro administrativo de esta región homónima. «Como resultado del bombardeo, cinco civiles han muerto y 46 resultaron heridos. Hay 37 personas hospitalizadas, siete de ellas niños . Siete adultos y tres menores están graves», aseguró el gobernador, Viacheslav Gladkov, en su canal de Telegram.

Las redes sociales rusas difundieron vídeos mostrando varias explosiones en pleno centro de Bélgorod y cómo un cohete alcanza de lleno a un vehículo que circulaba por una carretera cercana a la ciudad, en su parte sur, supuestamente la avenida Vatútina. El coche quedó calcinado y, según distintas informaciones, el conductor, la única persona que viajaba a bordo, murió en el acto.

Gladkov reportó también dos viviendas incendiadas, 22 vehículos golpeados por la metralla y rotura de cristales en muchos edificios, además de serios daños en fachadas. El Comité de Instrucción de Rusia (SK) ha abierto una causa criminal por terrorismo. Ahora en Bélgorod está vigente el régimen de operación antiterrorista y una alerta federal de emergencia.

Estas medidas fueron adoptadas por Rusia después de que Kiev iniciara su operación en Kursk, en donde rigen las mismas medidas y en donde el Ejército ruso trata de hacer frente a la situación enviando refuerzos, que parecen insuficientes. La región de Bélgorod, fronteriza con la ucraniana de Járkov, está siendo bombardeada repetidamente casi desde que Moscú lanzó la llamada Operación Militar Especial contra Ucrania en febrero de 2022.

Los canales militares rusos de Telegram creen que, con el ataque de este viernes contra Bélgorod, Kiev ha respondido al bombardeo llevado a cabo horas antes en Járkov, donde un edificio de viviendas de doce pisos fue alcanzado y hubo siete muertos y casi un centenar de heridos. Zelenski deploró que estos ataques fueron dirigidos «directamente» contra la población civil y «podrían haberse evitado» si sus tropas hubiesen contado con el armamento necesario. «No hay ninguna razón para limitar la defensa de Ucrania. Necesitamos equipos de largo alcance y la aplicación de los acuerdos de defensa antiaérea», exigió.