Bélgica evita la ruptura de la coalición de gobierno al reconocer el Estado palestino
El gabinete liderado por el nacionalista De Wever dará el paso este mes durante la Asamblea General de la ONU y anuncia sanciones al Ejecutivo israelí
La guerra en Gaza ha tensado las relaciones internas en varias coaliciones de gobierno europeas. La de Países Bajos, con un gabinete ya en funciones, ... a punto estuvo de saltar por los aires debido a la falta de consenso sobre el endurecimiento de la postura hacia Israel, aunque su primer ministro, Dick Schoof, superó la semana pasada una moción de confianza. La alianza que dirige Bélgica se situó también al borde de la ruptura ante la ausencia de unidad sobre el reconocimiento del Estado palestino. Hasta este martes. Los belgas amanecieron con el anuncio –de madrugada– de que su Ejecutivo se sumará a la creciente lista de países que darán ese paso en la próxima Asamblea General de la ONU, que arrancará el día 9. Además, la medida irá acompañada de hasta una docena de sanciones contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Maxime Prévot, viceprimer ministro belga y titular de Asuntos Exteriores, fue el encargado de comunicar la decisión una semana después de que él mismo amenazara con una «crisis» de gobierno si no se reconocía el Estado palestino, como ya habían hecho países como España o Irlanda y como habían anunciado otros más (Francia, Canadá y Australia, entre otros) que harían a lo largo de este mes de septiembre. La adhesión de Bruselas a la llamada Declaración de Nueva York durante la próxima gran cita de Naciones Unidas supone un «gesto político y diplomático contundente para preservar las posibilidades de una solución de dos Estados y condenar las pretensiones expansionistas de Israel con sus programas de colonización y ocupaciones militares», argumentó el ministro, que pertenece a Les Engagés, de Valonia, una de las cinco formaciones que conforman la frágil coalición que gobierna Bélgica desde febrero.
En esta alianza liderada por el nacionalista Bart De Wever, que consiguió sellarse ocho meses después de las elecciones, hay otro par de partidos (los socialistas del Vooruit y los democristiano del CD&V) que abogaban desde hace tiempo por el endurecimiento de la posición hacia Israel. Pero las dos formaciones con más peso en el gabinete (la Nueva Alianza Flamenca del primer ministro y el Movimiento Reformista) habían bloqueado hasta el momento todos los intentos en ese sentido. Por ahora, y a la espera de la Asamblea General de la ONU, que se asoma como un punto de inflexión en el tratamiento internacional del Estado palestino, Prévot y los suyos parece que han ganado la partida. Y, de paso, el Ejecutivo de Bélgica continúa en pie.
Veto a ministros ultras
El ministro de Asuntos Exteriores, sin embargo, aclaró que el acuerdo para reconocer el Estado palestino tiene condiciones. Lo que sucederá en unos días en Nueva York será, en realidad, algo simbólico ya que la medida sólo se formalizará en Bruselas mediante la firma de un decreto real cuando «el último rehén haya sido liberado» –se calcula que quedan menos de cincuenta retenidos en Gaza, alrededor de una veintena con vida– y siempre que Hamás «ya no asuma ninguna gestión de Palestina». Pero sobre la mesa, explicó Prévot, hay también una serie de sanciones contra el Gobierno de Netanyahu, que avanza en los preparativos de la invasión de Ciudad de Gaza. Este plan, precisamente, ha hecho que nuevos países se sumen a la solución de los dos Estados en las últimas semanas. Unas 150 naciones ya han dado este paso o esperan hacerlo en breve.
La medida se oficializará cuando se libere a todos los rehenes y Hamás «no asuma ninguna gestión de Palestina»
Entre las «sanciones firmes» que, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Bélgica pretende imponer al Ejecutivo israelí figuran el veto a la importación de productos procedentes de los asentamientos hebreos, la revisión de las compras públicas a este país, posibles acciones judiciales o prohibiciones de sobrevuelo y tránsito. Además, los ministros de extrema derecha del gabinete de Netanyahu –reacios, por ejemplo, a un alto el fuego en Gaza– se considerarán personas non grata en territorio belga. Prévot, eso sí, subrayó que «se denunciará con mayor contundencia cualquier acto de antisemitismo o glorificación del terrorismo por parte de los partidarios» de los islamistas.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión