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«Estamos expectantes y preocupados»

«Estamos expectantes y preocupados»

La comunidad venezolana en Canarias mira los acontecimientos de su país con la misma polarización que hay en Venezuela. Los antichavistas están «emocionados», mientras que los defensores de Maduro hablan de golpe de Estado

R.R. / Santa Cruz de Tenerife

Jueves, 1 de enero 1970

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La comunidad venezolana en Canarias está mayoritariamente del lado de Juan Guaidó, el autoproclamando presidente de Venezuela, pero eso no es óbice para que en las islas se perciba la misma polarización que existe en su país de origen. La minoría de chavistas defienden la legitimidad de la Presidencia recién renovada de Nicolás Maduro y unos y otros, indefectiblemente, están «expectantes» y «muy preocupados» ante los próximos acontecimientos.

Cuando se les pide que expresen el sentimiento que les produce que el presidente de turno de la Asamblea Nacional -los cuatro partidos opositores mayoritarios acordaron a principios de legislatura rotarse en el cargo- haya asumido el cargo de «presidente encargado» de la República empiezan a verse las diferencias: José Moisés Fernández, vicepresidente de la asociación Unión Canario Venezolana, aseguraba ayer que estaba viviendo un momento «emocionante». Frente a él, David González, portavoz de la Plataforma Bolivariana de Canarias, vive el «intento de intervención de Venezuela» con «profunda angustia y tristeza».

Y esas diferencias se recrudecen cuando pasan a hacer un análisis político de la situación que desde el martes por la tarde se vive en Venezuela y que, según David González, «se estaba gestando desde hace tiempo por parte de Estados Unidos». El bloqueo económico y financiero que, a su juicio, sufre el país y que ha propiciado las condiciones para hablar de «crisis humanitaria» son, afirma, «las armas de destrucción masiva» de las que se vale al Gobierno norteamericano para justificar su «intervención» en Venezuela.

Fernández sostiene que la asunción de la Presidencia de la República por parte Juan Guaidó no es una «autoproclamación», sino que lo ha hecho «por mandato constitucional». Y alude al artículo 233 de la Constitución venezolana, que recoge que ante la «falta absoluta del presidente [...] se encargará de la Presidencia de la República el presidente de la Asamblea Nacional». La ausencia del presidente la explica Fernández, y toda la oposición chavista, en el hecho de que la toma de posesión el 10 de enero de Nicolás Maduro «fue falsa» porque «fue producto de unas elecciones fraudulentas, sin aval internacional y en las que solo participó el 18% de la población».

Para él, el próximo paso a dar es el reconocimiento de Guaidó como presidente de Venezuela por parte de España y la Unión Europa; el siguiente, la convocatoria de elecciones. González, por su parte, espera que «la oposición se avenga a razones y acepte que el chavismo es una realidad que cuenta con la mayoría social». Y aceptaría a un proceso electoral, pero «transparente» porque «estos atajos no valen», sostiene.

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