Dos majoreras atrapadas en Perú y sin respuesta de la Embajada

Señala Travieso que «hace unos días llamamos y rellenamos todos los formularios que nos dijeron. Nos pidieron paciencia». Pero esta fue toda la comunicación que han tenido hasta ayer, cuando por las informaciones que estaban conociendo a través de un grupo de whatsapp de españoles que se encuentran en sus mismas circunstancias en el país andino, decidieron volver a llamar.

En la oficina diplomática les recomendaron que «salgamos en cuanto sea posible para Lima ante la posibilidad de que se disponga algún vuelo». Pero su problema es que esta decisión choca con las órdenes de las autoridades peruanas que les instan a permanecer en casa. «No tenemos permiso para movernos», insisten, pero no les aportan ninguna solución. «Hasta ahora», dice la joven, «estábamos muy tranquilas, pero las noticias de hoy nos dejan un poco preocupadas». Tampoco contribuye a relajar la situación el chat de «muchísimos españoles que estamos aquí tirados» y donde ayer ya se hablaba de que algunas compañías, españolas y europeas, estaban programando sus vuelos para los meses de mayo y junio.

En este sentido, apunta Paula Travieso que «no tenemos inconveniente en irnos en una guagua o alquilar un coche». El problema, dice, es «que nos pare la policía peruana». Por eso, entiende que una solución sería que el Gobierno español fletara un transporte que llevara a los españoles que se encuentran por todo el país hasta la capital y «allí esperamos el tiempo que haga falta hasta que podamos salir», apunta consciente de que sus posibilidades en Arequipa son menores. «España debe decirnos qué hacer», porque su margen de actuación en estas circunstancias y ante las autoridades de Perú, es muy limitado, reconoce la joven canaria.

Iberia ha anunciado que operará hoy sábado, 21 de marzo, tres vuelos con destino a Buenos Aires, Lima y Quito, que el domingo saldrán de vuelta hacia Madrid, para repatriar a centenares de ciudadanos españoles afectados por las restricciones para volar establecidas en Argentina, Perú y Ecuador. Sin embargo, para estas jóvenes majoreras, el paso más complicado está siendo cómo llegar a Lima.

De momento, Paula -enfermera- y Cristina -cocinera- han alquilado un piso aunque tienen limitados los movimientos e, igual que el resto de los ciudadanos del país andino, solo pueden salir para hacer la compra y algunas gestiones urgentes. Disponen de una terraza desde donde solo pueden ver «las calles totalmente vacías. No se puede salir para absolutamente nada».

A pesar de las circunstancias, asegura Travieso que «estamos bastante bien, nos organizamos». Leer, tocar la guitarra, hacer yoga, meditar, jugar a las cartas o lidiar con los sudokus entretiene su tiempo de confinamiento.