Xi reafirma su compromiso con Rusia tras la tregua con Trump
El líder chino recibe en Pekín al primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ante quien destaca la «decisión estratégica» de «consolidar las relaciones»
Jaime Santirso
Pekín
Martes, 4 de noviembre 2025, 16:57
Apenas tres días después de la clausura del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), donde Xi Jinping mantuvo un encuentro personal con Donald Trump ... que fraguó la tregua entre China y Estados Unidos, el líder del gigante asiático ha demostrado que su posicionamiento en la tensa geopolítica global no se ha movido un centímetro.
Así lo ha escenificado este martes, de palabra y obra, durante su reunión con el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin. «Las relaciones entre China y Rusia se han mantenido en el camino hacia un desarrollo de mayor nivel y mayor calidad, avanzando de manera constante a pesar de un entorno externo turbulento», ha señalado Xi durante la recepción organizada en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. «Proteger, consolidar y desarrollar las relaciones entre China y Rusia es una decisión estratégica para ambas partes».
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Mishustin inició este lunes una visita oficial de dos días, calificada por el Kremlin de «muy importante», que le llevó a encontrarse con su homólogo chino, Li Qiang, en la ciudad de Hangzhou. El primer ministro ruso ha destacado que los lazos culturales y humanitarios «están basados en buenas tradiciones de amistad y simpatía mutua».
«Es muy importante seguir creando condiciones favorables para atraer inversiones mutuas y apoyar nuestros proyectos conjuntos», ha añadido. La última cita entre Vladímir Putin y Xi, dos «viejos amigos», se produjo a principios de septiembre con motivo de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin y el desfile militar en conmemoración de la rendición japonesa que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en el continente. Aquel saludo sirvió para desbloquear la construcción del gaseoducto Fuerza de Siberia II, la cual China mantenía en suspenso pese a la insistencia de Rusia.
Pekín y Moscú subrayan la voluntad de ambos de «reforzar la cooperación en todos los ámbitos y responder de manera adecuada a los desafíos externos»
En el de este martes, ambos países han pactado ampliar la cooperación en materia de aduanas, divisas, tráfico aéreo y exploración lunar, según ha recogido la agencia oficial de noticias china Xinhua. Un comunicado conjunto publicado en la página web oficial del Kremlin, por su parte, señala la voluntad de «reforzar la cooperación en todos los ámbitos y responder de manera adecuada a los desafíos externos».
Cosas de amigos
Semejante reafirmación se produce cuando todavía está fresco el encuentro de Xi y Trump en la ciudad surcoreana de Busan, el primero desde que el presidente estadounidense regresara a la Casa Blanca. La perspectiva de un gran acuerdo estructural quedó reducida a un apaño circunstancial que, eso sí, alivia meses de enfrentamientos.
Washington se comprometió a reducir del 20 al 10% los aranceles derivados del tráfico de fentanilo –lo que deja el tipo general para las importaciones chinas en torno al 47%–, mientras que Pekín retomará las adquisiciones de soja estadounidense. Estos términos ni siquiera recuperan el statu quo anterior a los aranceles universales, inicio de una segunda guerra comercial que elevó los sobrecostes mutuos por encima del 100% en un embargo oficioso entre las dos primeras economías del mundo. Pero sí rectifican la dinámica vigente y sientan las bases de una interacción continuada con el intercambio de visitas de Estado previsto para el año que viene.
Esta inmediatez no responde a la casualidad. Putin ya habló por teléfono con Xi en vísperas de su encuentro con Trump el pasado mes de agosto en Alaska. China y Rusia consagraron su «amistad sin límites» durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en 2022, días antes de la invasión rusa de Ucrania. El régimen ha mantenido en todo momento un apoyo implícito a este conflicto, por más que la comunidad internacional haya intentado sin éxito su involucración en un proceso de paz ajustado al derecho internacional.
Fin de la guerra
La explicación a esta negativa la expresó con inusitada franqueza el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante una reunión en julio de este año con la Alta Representante Kaja Kallas. El jefe de la diplomacia del gigante asiático señaló entonces que su país no quiere ver una derrota de Rusia en Ucrania, pues eso permitiría que EE UU focalizara su atención en China, según recogió el diario hongkonés 'South China Morning Post'. Trump, en cualquier caso, aseguró haber hablado con Xi sobre Kiev «durante largo tiempo» para «tratar de poner fin a la guerra».
Uno de los principales logros de la cumbre entre el estadounidense y el chino fue la suspensión de las restricciones a la exportación de tierras raras, materiales críticos para la industria global cuya producción China controla en más de un 90% y que ha convertido en su mayor arma durante el conflicto comercial. Trump, por si acaso, pasó por Asia firmando acuerdos de colaboración en este sector con hasta cinco países –Japón, Malasia, Tailandia, Vietnam y Camboya–, como ya hiciera antes con Australia y la propia Ucrania.
Su relevancia tampoco ha pasado desapercibida para Putin, quien este martes ha ordenado a su gabinete elaborar, antes del 1 de diciembre, una hoja de ruta para la explotación de sus yacimientos de tierras raras, una poderosa baza para lidiar con amigos y enemigos por igual.
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