Trump cancela la cumbre con Putin en Hungría ante la negativa de Moscú a hacer concesiones
Rusia insiste en anexionarse todo el territorio invadido y exigir un plan de paz antes de dictar un alto el fuego
Las negociaciones para poner fin a la invasión rusa de Ucrania son un frenético tira y afloja que siempre acaba en el mismo punto. Vladímir ... Putin y Volodímir Zelenski aseguran estar dispuestos a dialogar, y Donald Trump se esfuerza en su labor de mediación, pero el éxito es esquivo. Buena muestra de ello es lo sucedido con la cumbre que los líderes de Rusia y Estados Unidos iban a celebrar en Hungría. Se barajaba incluso la posibilidad de que acudiese también el presidente ucraniano pero, una vez más, este martes todo quedó en agua de borrajas.
La Casa Blanca informó de que el Secretario de Estado americano, Marco Rubio, había hablado el lunes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y que tras la conversación telefónica se había decidido desechar la idea de una reunión al más alto nivel en Budapest. «No hay planes para un encuentro en el futuro inmediato», afirmaron en Washington.
Diferentes fuentes estadounidenses mencionadas por medios de ese país afirman que fue Moscú quien decidió cancelar las reuniones preparatorias previas. Desde la capital rusa, Lavrov se explicó: «Creo que los funcionarios estadounidenses han concluido que la postura de Rusia se ha mantenido prácticamente inalterada a lo largo del tiempo y se mantiene dentro de sus exigencias maximalistas iniciales. Lo cierto es que Rusia no ha modificado el entendimiento al que Putin y Trump llegaron en Alaska tras largas negociaciones».
En definitiva, Moscú reitera que es necesario firmar un plan de paz antes de que se dicte un alto el fuego, y no al revés como exige Kiev. Por si fuese poco, Putin no parece interesado en hacer concesiones territoriales: modificó la Constitución para anexionar cuatro regiones -Luhansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón-, y su objetivo es controlar en su totalidad al menos las dos que componen el Donbás, y que aún no ha logrado ocupar por completo. Según publicó el diario 'The Telegraph', el Kremlin rechaza 'congelar' la línea del frente en su estado actual, como demanda Ucrania, a la que prácticamente solo le deja abierta la puerta de la capitulación.
El Kremlin subraya que Putin no ha modificado «el entendimiento al que llegó con Trump en Alaska»
Rubio y Lavrov volverán a conversar en breve para tratar de encauzar la situación
Además, este martes Lavrov señaló otro escollo para la cumbre: la amenaza de Polonia de ejecutar la orden de arresto emitida contra el presidente ruso por la Corte Penal Internacional si sobrevuela su territorio, lo que obligaría a dar un largo rodeo y resultaría humillante para Putin.
La Coalición de los Voluntarios, que aglutina a líderes de países europeos interesados en mediar para lograr la paz en Ucrania, volvió a criticar que Putin utilice tácticas evasivas para ganar tiempo mientras cientos de personas mueren en combate. «Todos podemos ver que Putin elige la violencia y la destrucción», afirmaron en un comunicado.
La paciencia se acaba
La cancelación del encuentro es el enésimo revés que Trump recibe en su empeño por acabar con la guerra en tierras eslavas, algo que antes de regresar a la Casa Blanca creía posible lograr en solo 24 horas. Ahora incluso considera que Putin es más correoso que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Tras lograr la firma del acuerdo de alto el fuego en Gaza, afirmó que su nuevo objetivo era centrarse en Rusia, pero Putin no cede.
No obstante, desde Washington aseguran que la esperanza no se ha perdido aún. Según la cadena NBC, Rubio y Lavrov tienen previsto volver a hablar pronto, quizá esta misma semana, y la cumbre no se descarta por completo. En Moscú, el viceministro de Exteriores, Serguéi Ryabkov, se manifestó en líneas similares. «Estamos progresando y trabajando internamente, aunque no hay nada acordado».
Trump ya ha mencionado en varias ocasiones que su paciencia tiene un límite, y que, si los dos bandos enfrentados no hacen esfuerzos por acercar posiciones, él podría inhibirse. A Zelenski ya le advirtió de que, sin su apoyo, a Putin resultaría mucho más fácil lograr su meta, y no parece dispuesto a enviarle los misiles de largo alcance Tomahawk que requiere Kiev; sobre el presidente ruso, sin embargo, ha ejercido mucha menos presión.
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