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27 heridos en Portugal por ‘Leslie’

27 heridos en Portugal por ‘Leslie’

Portugal recupera la normalidad tras el impacto de Leslie, que tocó tierra como tormenta con rachas de viento de hasta 176 kilómetros/hora, y dejó 27 heridos leves, cortes de luz que afectaron a miles de personas y cientos de árboles caídos.

Efe / Lisboa (Portugal)

Jueves, 1 de enero 1970

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«Los mayores peligros ya pasaron, estamos en el momento en que la curva de incidentes está en fase descendente», afirmó hoy el comandante de distrito de Protección Civil Luís Belo Costa, que no cuantificó los daños materiales.

Aunque el peligro ya ha pasado, Protección Civil mantiene la alerta mientras se apura en verificar los destrozos y despejar la vía pública de las huellas de Leslie, la peor tempestad que ha azotado Portugal desde 1842.

La tormenta, que tocó territorio portugués alrededor de media noche en las proximidades de Figueira da Foz, unos 200 kilómetros al norte de Lisboa, dejó a unos 300.000 usuarios sin electricidad y obligó a desalojar a 61 personas, en su mayoría en los alrededores de la localidad de Alcobaça.

De los 27 heridos leves que se registraron durante la noche, la mayoría fueron atendidos en hospitales y dados de alta; solo tres requirieron asistencia en el terreno.

Los distritos de Coimbra y Leiria fueron los más afectados, con cientos de árboles caídos, inundaciones, destrozos en fachadas, terrazas, ventanas y portales de edificios.

La tempestad afectó a cerca de 200 líneas de alta tensión, que todavía no se han recuperado totalmente, en especial en el distrito de Coimbra, según EDP, la empresa distribuidora de electricidad en Portugal.

Protección Civil registró casi 1.900 incidentes durante la noche y la caída de árboles provocó el corte de siete rutas que ya han sido habilitadas al tráfico.

Figueira da Foz, uno de los más populares destinos turísticos de la costa portuguesa, fue castigado con dureza por Leslie, con rachas de hasta 176 kilómetros.

«Fue una pesadilla», relató a Efe una turista española que a medianoche tuvo que ser evacuada junto a decenas de personas y conducida al garaje del apartamento turístico donde pasa sus vacaciones.

Cuando el viento arreció, «cortaron la luz, cerramos todo, las ventanas se movían, el edificio se movía, hasta que nos dimos cuenta de que una de las ventanas de un cuarto se estaba despegando», recordó.

«Sacamos todo del cuarto y nos sentamos en el suelo, al lado del a puerta de salida del apartamento», hasta su evacuación, explicó.

En las calles de Figueira, un paisaje que se ha repetido en otras ciudades del centro y norte del país, con cientos de árboles caídos, coches con las lunas rotas y ventanas y estructuras quebradas.

Progresivamente, la normalidad ha vuelto a las carreteras y también a los aeropuertos, tras la cancelación de cerca de medio centenar de vuelos en las últimas horas del sábado, en su mayoría en Lisboa y Oporto por decisión de las compañías aéreas, como la portuguesa TAP.

También el trafico fluvial se recupera paulatinamente entre Lisboa y la otra margen del Tajo, así como la conexión entre Setúbal y Troia, al sur de la capital lusa.

La tormenta obligó el sábado a cancelar espectáculos culturales y a aplazar una hora el Maratón de Lisboa prevista para hoy.

La tempestad provocó también el aplazamiento de la final del partido europeo femenino de Hockey sobre patines, entre Portugal y España, que se jugaba en el pabellón municipal de Mealhada, en el distrito de Coimbra, y fue interrumpido por el corte de suministro eléctrico y la caída de parte del pabellón sobre la pista.

Pese a que la normalidad se ha recuperado prácticamente en todo el país, Protección Civil mantiene las alertas especiales por precaución y los avisos a la población para que evite las zonas con árboles o cerradas por las autoridades.

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