‘Apps’, trampolín para su negocio

Rebeca Chacón

Lunes, 20 de julio 2020, 08:33

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Se calcula que 22 millones de españoles abren, cierran y usan aplicaciones móviles (apps) cada día. Además, también a diario se descargan en España cuatro millones de estas aplicaciones para móviles, tabletas y televisores. Son datos correspondientes a 2013 y que duplican a los del año anterior, según el ‘Informe sobre apps en España’. El estudio confirma que España es el país europeo con mayor penetración de smartphones y tabletas. Un escenario que ha abierto multitud de oportunidades a las empresas de llegar a millones de potenciales clientes. Hay quien habla de la burbuja creada en torno a estas tecnologías, pero lo cierto es que cada vez son más, y mayor su uso. Es un nuevo canal de negocio para muchas compañías. Pero, además, conforma un mercado que mueve miles de millones de euros. Claro que el paso al mundo de las aplicaciones no debe ser un salto sin red. Hay que tener en cuenta muchos aspectos. Algunos relacionados con el mercado en el que se quiere competir. Otros con el desarrollo y la promoción del producto. En primer lugar es necesario tener en cuenta a qué público va dirigida la aplicación del negocio, en qué medida les puede beneficiar, y cómo interactuarán éstos con la app para conseguir esas ventajas. Porque la idea puede ser buena, pero no lo será tanto si no está preparada para una navegación intuitiva y adaptada a los gustos del potencial cliente. El siguiente paso a seguir es el diseño y desarrollo de la aplicación. Algo que cada vez es más sencillo, ya que proliferan los profesionales especializados en este negocio, y que ofrecen unas tarifas bastante asequibles. Una vez desarrollada la aplicación, es conveniente seleccionar a un grupo de personas que reúna las características del público objetivo al que va dirigida la app, para que la usen como prueba. Ellos podrán sugerirte mejoras, advertirte sobre errores, etc...También se les puede animar a que la compartan en las redes sociales. A fin de lograr la mayor publicidad y exposición del nuevo producto, cabe la posibilidad de establecer contactos con aquellas webs, propietarios de bases de datos, líderes de opinión que sirvan de contenido a la misma masa crítica a la que uno se quiere dirigir. Lo malo es que, lógicamente, para ello se necesita una inversión económica: si queremos contar con la ayuda de un blogger medianamente seguido, habrá que aflojar la cartera. El siguiente paso es colocar la aplicación en la app store, ya sea la de Android, la Apple, o en ambas. Después, llega el reto de optimizarla, de forma que esté bien posicionada en los resultados de búsqueda dentro de las tiendas o apps store a la que la hayamos subido. Eso sí, sin olvidar una premisa fundamental: además de que sea fácil de encontrar, la aplicación debe tener un contenido de calidad, adecuado a su idioma de búsqueda y con imágenes claras. Por último, teniendo en cuenta que Google es la herramienta preferida por muchos usuarios para buscar aplicaciones, es recomendable contar con una landing page, o lo que es lo mismo, una página web donde los potenciales clientes entren para descargar la app.

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