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Usuarios de Spanair: "Nos han dejado aquí tirados"

Usuarios de Spanair: "Nos han dejado aquí tirados"

F. J. Fajardo / José Miguel Pérez

Jueves, 1 de enero 1970

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El vuelo Barcelona-Gran Canaria que tenía previsto salir en la noche de ayer desde el aeropuerto de El Prat a las 20:55 horas dejó a su pasaje en tierra justo minutos antes de proceder al embarque. Entre el pasaje, decenas de grancanarios que se tenían que buscar la vida para encontrar un sitio donde pasar la noche tras comprobar que nadie de la compañía Spanair asumía responsabilidades y les ofrecía alternativas tras la cancelación del vuelo.

Entre el pasaje se encontraba un nutrido grupo de alumnos del colegio IES El Tablero 1 Aguañac, que regresaban de esquiar en el Pirineo catalán. Llegaron el domingo pasado y ya deseaban regresar a sus casas cuando la cancelación del vuelo les truncó los planes. «Nos hemos quedado tirados en el aeropuerto y lo más triste es que nadie de Spanair nos ha ofrecido motivos o alternativas. Estamos aquí con los niños cansados y con ganas de regresar y nos pasa esto. Es inadmisible», se quejaba Patricia Gil, profesora de este centro educativa y responsable del grupo.

Fueron momentos de enorme confusión y nerviosismo para los 24 alumnos y tres profesores que se habían desplazado hasta el norte de España. Llamadas de teléfono a la agencia y al colegio, además de las correspondientes a los padres se mezclaban con comentarios contradictorios entre el resto del pasaje que no sabía qué iba a ser de ellos.

«Al final, gracias a Olimpia 2000, la agencia que nos organiza el viaje, podremos dormir en un albergue aquí en Barcelona hasta que mañana, gracias al seguro del viaje, podamos buscar billetes para volver a Gran Canaria, porque si esperamos por Spanair, tendríamos que dormir en el mismo aeropuerto», se lamentaba Patricia.

Los menores esperaban sentados en los asientos del recinto aeroportuario con resignación y algunos no podían contener las lágrimas de impotencia y el nerviosismo de no saber cuándo podrán regresar a sus hogares.

María del Carmen Alemán se enteró en la misma guagua jardinera que le llevaba por la pista del aeropuerto de El Prat hasta su avión de Spanair, junto a decenas de personas, de que su vuelo de regreso a Gran Canaria se cancelaba para siempre.

Una vez avisados del cese de la actividad de la aerolínea, los pasajeros frustrados fueron conducidos de nuevo a la terminal del aeropuerto.

Texto íntegro en la edición impresa.

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