Una campeona internacional: "Conmigo fue una masacre"
«Conmigo hicieron una masacre». Así sintetizó la testigo número 33, una karateca de fama internacional, los cuatro años que pasó inmersa en la dinámica del gimnasio de Torres y los fines de semana de Vargas. «Había días que estaba hasta con cuatro distintos, que ya no sabía dónde ni con quién», recordó.
Antonio F. de la Gándara
Viernes, 20 de julio 2012, 18:50
La testigo identificada con el número 33 en la lista del caso del kárate, una deportista de fama intencional con nombre propio entre las grandes de las artes marciales en España, dijo ayer que durante los cuatro años entre los 14 y los 18 que estuvo inmersa en la disciplina del gimnasio de Fernando Torres Baena sufrió abusos sexuales «casi a diario», bien por parte de Torres, de María José o de Ivonne o bien siendo obligada a practicar sexo con otros alumnos del gimnasio por orden de cualquiera de los tres principales procesados. «Con el tiempo me dí cuenta, conmigo hicieron una masacre», sintetizó al final de su largo interrogatorio.
Recordó que había empezado a practicar artes marciales en la Ciudad Deportiva cuando tenía 13 años y que al correr la voz de que era una joven especialmente cualificada, la habían ido a fichar para el Torres Baena el propio Fernando en persona y su mano derecha deportiva, el también procesado Juan Luis Benítez. Admitió que la habían hecho feliz, pues sabía que eran los mejores entrenadores de España.
