Un infierno solo para valientes

Presume la escuadra otomana de racha ante su afición en la actual Eurocopa. Nueve triunfos y una sola derrota en todo lo que va de torneo es carta de presentación más que suficiente para tener en cuenta a una de las guaridas más calientes de toda Europa por el espectacular ambiente que se crea en las gradas.

Un infierno al que el Herbalife Gran Canaria acude con cautela, sí, pero sin ningún tipo de temor. Y no lo hace porque su trayectoria también asusta. Los isleños se plantan en su segunda semifinal consecutiva presumiendo, una vez más, de la mejor trayectoria de los candidatos que restan para alcanzar el título: 15 victorias y solo 5 derrotas.

Viajó además el grupo claretiano tras sumar un triunfo de prestigio solo hace unos días ante el Baskonia, un grande de Europa, un aviso para la escuadra turca, a la que solo le salen las cuentas para meterse en la gran final si es capaz de sacar esta tarde una buena renta con la que presentarse la semana que viene a la Isla.

Y precisamente por eso es hoy más peligroso el Galatasaray. Posee además un equipo plagado de calidad física y técnica, donde destacan las virtudes Errick McCollum (18,9 puntos y 4 asistencias de media por partido), el segundo mejor anotador del torneo esta temporada, al que se le unen en ese apartado anotador Blake Schillo (12,9), Vlado Micov (12,5) o el exjugador de Obradoiro Stephane Lasme (11 puntos y 6,5 por encuentro).

Pero ese buen Galatasaray se topa con un Herbalife Gran Canaria al alza y al que muchos apuntan como máximo favorito para lograr este año el título. Y lo es por razones de peso. Porque el año pasado estuvo a un solo paso tras rozar la excelencia durante todo el torneo, una trayectoria que repite este curso con, incluso, mejor rotación que aquella y que se planta esta tarde en un infierno sin temor a quemarse y muy dispuesto a dar un primer golpe sobre la mesa ante los miles de fanáticos que llenarán el Abdi Ipekci Arena.

Un infierno turco reservado solo para los valientes. Lo que hoy deberá ser el grupo claretiano, que acude a la cita al completo para intentar salir vivo de las tinieblas otomanas con el que encarar el duelo de la vuelta en su guarida de la mejor manera posible. Allí, en el recinto de Siete Palmas, donde al Galatasaray tampoco le aguarda una alfombra roja. La final espera.