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Segunda investidura en falso

Segunda investidura en falso

Jueves, 1 de enero 1970

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La investidura de Mariano Rajoy se dirige a un cierre en falso. Al menos eso esperan los diputados canarios, muchos de ellos bebiendo de la información que emanan los pasillos del Congreso, donde nadie cree que el líder de los populares sea capaz de superar los 170 escaños y logre las abstenciones necesarias. En el seno del propio Partido Popular cuentan con esa circunstancia. La falta de margen para alcanzar un acuerdo con partidos que no sean Ciudadanos y Coalición Canaria, en un escenario minado por la proximidad de las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia, dejan poco espacio para la esperanza en la formación conservadora. María del Carmen Hernández Bento, diputada de los populares por Las Palmas, marca en rojo los que, a su juicio, siembran la incertidumbre en el proceso de investidura de esta semana. «El PSOE está obrando mal con su postura. Ni come ni deja comer. No facilita las cosas con su abstención, pero tampoco tiene la fuerza suficiente para optar a gobernar. Por lo que su actitud de bloqueo es incomprensible», refirió. Por supuesto, ese aspecto es despejado hacia un lado desde la formación socialista. Donde no conciben abstenerse para que Mariano Rajoy repita como jefe del Estado. «Nos critican por ser coherentes. Nadie puede decir que les estamos engañando. Lo hicimos en las elecciones de 2015 y lo hemos vuelto a hacer ahora. No facilitaremos la investidura del señor Rajoy, ni por activa, ni por pasiva. Se nos critica por cumplir la palabra que le hemos dado a nuestros votantes», comentó Sebastián Franquis, con escaño en la bancada del PSOE por Las Palmas. Fuera de la tradicional dialéctica entre populares y socialistas, como tercera fuerza representada en la Cámara, Meri Pita deja clara la postura en contra de Rajoy que escenificará Podemos en el debate, indignados por lo que estiman una maniobra estratégica. «Aquí hay una absoluta impostura. Es un teatrillo para ganar tiempo en el que Rajoy espera a ver qué acaba sucediendo con las elecciones gallegas y vascas, y sin atender que hay un partido como Podemos que representa cinco millones de votos», indica la política grancanaria. Saúl Ramírez, de Ciudadanos, lamenta por un lado la falta de diálogo que el PP ha mostrado durante este proceso y, por otro, el hecho de que «algunos partidos hayan metido las elecciones en el País Vasco y Galicia de forma estratégica y se puedan verbalizar unas terceras elecciones». Esta opción atemoriza a Ana Oramas, de Coalición Canaria, que lo tiene claro. «Unas terceras elecciones no van a cambiar nada. Sobre todo con tantos problemas de las familias pendientes de resolver. Y porque no puede quedar la sensación de que este país solo se puede gobernar desde la mayoría absoluta», subrayó.

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