Se cumple medio año sin Antonio y Ana María
A las 18.00 horas de hoy se cumple medio año desde que Antonio Quesada y Ana María Artiles fueron vistos por última vez en una churrería de la calle Castillejos, en el barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria. Desde entonces, no pasa un solo día en que sus vecinos se pregunten dónde está el matrimonio.
Ya nada es igual en el barrio desde que desaparecieron Antonio y Ana María. Creo que nunca volverá a ser como antes». Así de contundente se muestra Pepi González, presidenta de la asociación de vecinos La Barriada de Guanarteme y Chile cuando se le pregunta en qué ha cambiado el barrio desde la desaparición del matrimonio de septuagenarios a unos 100 metros de la céntrica plaza de El Pilar.
«Yo misma cuando salgo a ciertas horas, y eso que desaparecieron por la tarde, miró detrás cuando oigo pasos. Sobre todo la gente mayor es la que lo está viviendo con más desasosiego. Son un matrimonio muy querido y apreciado en el barrio. Eso se nota en lo movilizada que está la gente», añade González.
Solo hace falta dar un paseo por las calles de este rincón de la capital grancanaria para saber que los vecinos de Antonio y Ana María no les han olvidado tras 184 días desde la desaparición de ambos.
«Cada vez que paso por la plaza, con estos carteles colgando con la foto de ellos dos, se me revuelve algo dentro de mí. Me da mucho sentimiento», afirma una vecina con los ojos llorosos.
Las preguntas que todos se hacen es dónde están y qué les pasó. Cabe recordar, que la pareja fue vista por última vez en un local de la calle Castillejos, a menos de 500 metros de la vivienda familiar.
«Desde su casa al bar se tuvieron que cruzar con más de veinte personas. Lo raro es que nadie vio ni oyó nada. Es como si se los hubiese tragado la tierra», comenta Carmen Ruiz.
Algunos vecinos recuerdan a la perfección lo que estaban haciendo el día que se perdió la pista al matrimonio de septuagenarios, una fecha que no se les borrará de la mente. «Estaba en la misma plaza tomándome un café cuando nos enteramos. Al principio no me lo podía creer, pensaba que aparecerían horas después. Pero no ha sido así», comenta Ernesto Díaz.