Rivero tiende la mano a Madrid
R.CH. / EFE
Martes, 11 de marzo 2008, 00:44
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, afirmó ayer que su Ejecutivo tiene la mano «tendida al diálogo» entre el Archipiélago y el Estado, por lo que sostuvo que «quienes tienen que cambiar son otros» para evitar la crispación.
A su juicio, «quienes tienen que cambiar son otros», en referencia al Gobierno de Rodríguez Zapatero, ya que su Ejecutivo «siempre pondrá por delante los intereses generales del Archipiélago» y mantendrá una posición de entendimiento con el Gobierno del Estado en todas las cuestiones de interés general. No obstante, señaló que es «un juego de dos», por lo que dijo que por parte del Gobierno del Estado también hace falta «esa buena disposición».
Reiteró su confianza en que a partir de la configuración de las Cortes, y de la elección previsible de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, éste «deje de ser lo que ha sido en los últimos ocho o nueve meses y deje de actuar como secretario general del PSOE y lo haga como el presidente de todos los ciudadanos».
Estas declaraciones realizadas por el titular del Gobierno regional y las efectuadas en Madrid por el líder de los socialistas canarios, Juan Fernando López Aguilar, evidencian que las manos tendidas no llegarán a estrecharse, al menos en los próximos meses. Ambos dejaron claro que no están dispuestos a moverse del estado de crispación que ha reinado en la política canaria en los últimos ocho meses.
Sin embargo, el entendimiento entre Madrid y el Gobierno regional es imprescindible para muchos asuntos trascendentales para Canarias. El principal de ellos es la reforma del Estatuto de Autonomía, un expediente que ya decayó en la anterior legislatura por la incapacidad de nacionalistas y socialistas de alcanzar un acuerdo en el Congreso de los Diputados.
Mientras muchas regiones lograron ampliar su autogobierno tras muchos años de parón autonómico, las malas relaciones entre PSOE y CC tras el pacto con el PP firmado en las Islas echaron por tierra la reforma de la Carta Magna canaria. Por el momento, todo hace presagiar que el asunto seguirá bloqueado ya que los socialistas reiteran que no habrá reforma del Estatuto sin reforma del sistema electoral, el lobo para CC.
Otro importante asunto que depende de las relaciones Canarias-Estado es la financiación autonómica, una negociación pendiente que el seguro ministro de Economía, Pedro Solbes, abrirá lo antes posible. El Archipiélago se juega en esa mesa miles de millones de euros, sobre todo en el pulso por actualizar la población a la hora de repartir el cheque sanitario. Unas buenas relaciones con Zapatero facilitarían el diálogo, mientras que sin se mantiene la tensión actual habría que buscar apoyos en el PP.
El tercer gran paquete de medidas en que son fundamentales las buenas relaciones entre el Gobierno regional y el central son los asuntos europeos. Tradicionalmente ha imperado un pacto en las Islas de dejar las negociaciones con Bruselas fuera de la lucha partidista. Esa regla no escrita se ha cumplido siempre, incluso en estos últimos meses de tensión entre el pacto CC-PP y el Ejecutivo socialista de Rodríguez Zapatero.