Risco Caído se muestra al mundo
La aparición del almogarén del Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria en el portal de Arqueoastronomía de la Unesco servirá para mostrar al mundo el patrimonio astronómico prehispánico de la Isla, pero, sobre todo da un espaldarazo a la declaración del conjunto como Patrimonio de la Humanidad.
Gran Canaria es claramente excepcional [...], ya que incorpora las manifestaciones de una antigua cultura de la Isla, ahora extinta, que creó un hábitat troglodita complejo y un paisaje cultural único en el que los santuarios astronómicos jugaron un papel clave».
De esta manera describe el portal de Arqueoastronomía de la Unesco www.astronomicalheritage.net al yacimiento del Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria para incluirlos en este catálogo junto a enclaves míticos como Stonehenge, en Reino Unido, o los observatorios de Jantar Mantar, en India.
Este registro de la Unesco supone, tanto a juicio del consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, como del arqueólogo Julio Cuenta, descubridor del Risco Caído, un «gran espaldarazo» del organismo internacional de cara a su declaración como Patrimonio de la Humanidad, cuyo expediente administrativo acaba de ser remitido por el Gobierno canario al de la Nación para su incorporación a la denominada lista indicativa de sitios astronómicos o arqueoastronómicos del Estado, el paso previo paso a la futura candidatura mundial.
Dice la Unesco que el complejo de santuarios (almogarenes) con funcionalidad astronómica y ritual representan un «patrimonio excepcional que expresa un proceso cultural único e irrepetible», así como un elevado desarrollo de conocimiento astronómico que evolucionó, aislado, a lo largo de más de 1.500 años.
Risco Caído, explica Julio Cuenta, es «un templo calendario muy preciso y un sitio de proyección de imágenes» que forma parte de un área mayor, sagrada para los antiguos canarios, que incluyen enclaves como Risco Chapín, la Mesa de Acusa, la Sierra del Bentayga o la Data de Guayedra, todos dentro de la Reserva de la Biosfera de la Isla. Se trata del primer yacimiento arqueológico de Canarias sobre el que se fija la Unesco.
