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Berdi Pérez tiene en su mente lo que suponían aquellos encuentros para un Gran Canaria casi novato en la élite a finales de los ochenta. «Eran partidos muy intensos porque ya de por sí éramos dos equipos que jugábamos con mucha intensidad. Además siempre había esa pasión en las gradas que salpicaba a los que estábamos en la pista. Aunque siempre fue dentro de una línea muy deportiva», indica.
Pérez, ahora director deportivo del club, agotaba sus años como baloncestista cuando Granca y Canarias (entonces CajaCanarias) se cruzaron en la ACB. Pero también evoca viejos partidos en otros escenarios competitivos, sin la pompa del que se juega el domingo en el CID. «Hubo partidos en el Centro Insular, pero sobre todo partidos en Tamaraceite. Aquel baloncesto tenía otro eco mediático, pero eran partidos muy bonitos de jugar que se encontraban siempre dentro de ese entorno de deportividad», comenta.
Eran otros tiempos para el Gran Canaria, expone el director deportivo, pero también lo eran para el Canarias. «Recuerdo grandes jugadores con grandes equipos. Cabrera, Randy Meister, Walter Szczerbiak...Un club con muchísima tradición. Llegué a jugar partidos en su antigua cancha del Luther King, donde había mucho ambiente de baloncesto».
El ejecutivo claretiano asume el nuevo estatus de estos encuentros, mucho más relevante que cuando él jugaba, y lo interpreta como un indicador de la relevancia que hoy tiene el deporte de la canasta en la Isla. «El impacto deportivo que tiene hoy en día el baloncesto en Gran Canaria no es el mismo que hace 25 años. Entre otras cosas porque el club lleva muchos años consolidado en la ACB, con un público que hemos podido fidelizar. Y eso tiene un calado social y mediático mucho mayor que en aquellos años. Esos días lo que se daba era esa sensación simpática de dos equipos canarios compitiendo», subraya.
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