Neumonía y mayores; lo que debemos saber
Canarias7
Sábado, 27 de diciembre 2014, 00:00
Está cerca el comienzo del invierno y debemos estar prevenidos sobre las infecciones de las vías respiratorias en las personas mayores frecuentes en esta época del año, de manera especial la neumonía adquirida en la comunidad, debido a que su incidencia aumenta con la edad y un retraso en el diagnóstico y tratamiento puede acarrear serias complicaciones es el tema seleccionado para el artículo de este sábado.
Los cambios fisiológicos que se producen en el aparato respiratorio asociados al envejecimiento, una mayor presencia de enfermedades crónicas, después de los 65 aproximadamente una por cada década de vida y un elevado consumos de fármacos conforman un terreno adecuado para la aparición de neumonía en la comunidad a los que se suma la presentación atípica de la enfermedad, aspecto que debe ser conocido por familiares y cuidadores de personas mayores.
¿Cuáles son los cambios más importantes que se asocian al proceso de envejecimiento en el sistema respiratorio?
-Disminución del reflejo tusígeno.
-Alteraciones en el sistema inmunitario.
-Disminución del aclaramiento mucociliar.
-Situaciones clínicas previas como disfagia (dificultad para tragar), edentulismo (ausencia de dientes) y desnutrición. Padecer enfermedades crónicas que van siendo acumulativas con la edad como diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer que convierten al mayor en un sujeto más vulnerable para el desarrollo de infecciones y de manera especial de neumonía.
La atención al mayor es más compleja y se asocia a retrasos en el diagnóstico y tratamiento, mayor solicitud de pruebas complementarias con un riesgo elevado de efectos adversos y tiempos de estancia hospitalaria más prolongados.
Una valoración geriátrica integral adaptada a urgencias, aplicada a pacientes mayores con neumonía identificados previamente como de alto riesgo o en el que exista sospecha de deterioro funcional y/o cognitivo agudo secundario al proceso infeccioso es de gran utilidad, debido a que puede ofrecer una valiosa información de cara a la toma de decisiones.
El mayor frágil es aquel que tiene mayor vulnerabilidad de sufrir un resultado adverso ante una enfermedad aguda como puede ser la neumonía, por la disminución de las reservas fisiológicas y una pérdida de la capacidad de respuesta a las situaciones de estrés. El riesgo de sufrir un resultado adverso dependerá del grado de deficiencias acumuladas entre las que podemos destacar:
-Área médica: polifarmacia, comorbilidad, sensorio, nutrición y utilización de servicios hospitalarios.
-Funcional: antecedentes de caídas, equilibrio , movilidad, continencia de esfínteres y autonomía para realizar las actividades de la vida diaria.
-Mental: cognición, ánimo, delirium previo.
-Social: soporte y apoyo social.
Es importante realizar una correcta estratificación del riesgo y una planificación de los cuidados más especifica de las necesidades de cada paciente.
Existen valoraciones geriátricas adaptadas para su aplicación en servicios de urgencias hospitalarios como la ISAR y la TRS para aplicar a pacientes mayores con neumonía identificados por sus antecedentes como de alto riesgo.
En recientes estudios europeos el microorganismo que con mayor frecuencia ocasiona neumonía adquirida en la comunidad en el mayor es el streptococcus pneumoniae.
La neumonía asociada a cuidados sanitarios es la que se presenta en personas procedentes de residencias, centros de diálisis, centros de larga estancia, hospitales de día o de domicilios atendidos por personal sanitario.
Se ha demostrado un porcentaje elevado de microaspiraciones orofaríngeas silentes en mayores con neumonía, logrando evidenciarse hasta en la mitad de los mayores hospitalizados por neumonía.
La ingestión de determinados medicamentos pueden producir dificultades en la deglución o alteración del reflejo de la tos como los antipsicóticos y sedantes.
Son considerados factores de riesgo de microaspiraciones las enfermedades neurológicas crónicas como el párkinson, ictus o las demencias, enfermedades del esófago, disminución del nivel de conciencia y antecedentes de vómitos.
¿Cómo podemos describir el cuadro clínico de neumonía en un mayor? Con frecuencia la única manifestación clínica puede ser la aparición de quejas inespecíficas como caídas, deterioro funcional, pérdida de apetito, confusión mental, descompensación de enfermedades crónicas o falta de colaboración con los cuidadores.Puede haber ausencia de fiebre y de síntomas respiratorios, que son frecuentes en pacientes jóvenes.
Una radiografía de tórax convencional suele ser suficiente para el diagnóstico en la mayoría de los pacientes. Existen otra serie de estudios que se utilizarán en función de lo que cada paciente requiera por sus características y condicionantes en el momento de hacer el diagnóstico.
El uso de las dosis correctas de antibióticos y durante el tiempo que se le han prescrito a los pacientes que se tratan de manera ambulatoria es fundamental para tener una buena evolución y para evitar las resistencias.
El fracaso terapéutico es la ausencia de estabilidad clínica tras 3-4 días de tratamiento antibiótico o la aparición de deterioro clínico, insuficiencia respiratoria y en los casos más graves shock séptico, en los pacientes con varias enfermedades como insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o mal estado general previo se puede tardar más tiempo en alcanzar la estabilidad clínica, sin que esto implique un fracaso terapéutico. Recientes estudios han sugerido que la oxigenación es uno de los mejores indicadores pronósticos en las personas mayores.
El objetivo del abordaje interdisciplinar es recuperar el estado funcional previo que tenia el paciente antes de la neumonía.
Es importante conocer la asociación entre los patógenos respiratorios y el estado dental en los mayores por lo que es recomendable una correcta higiene bucal mediante limpieza mecánica diaria, con cepillado, lavado de la mucosa y labios así como la utilización de enjuagues antisépticos después de las comidas.