Momo y Héctor: "Ojalá nuestros goles sirvan para el ascenso"
La efectividad goleadora del novato Héctor coincide con la plenitud madura de Momo, que vive su mejor momento desde que regresó a Las Palmas. Mientras el pequeño sumó su segundo gol profesional el sábado -el primero fue ante el Sabadell- tras ascender al primer equipo en el mercado invernal, el hermano mayor se ha hecho indiscutible percutiendo a pie cambiado por la banda de derecha y marcando goles decisivos para el equipo. Ayer, tras firmar el triunfo, los Figueroa Cabrera repasaron su aportación al éxito de la UD en un encuentro propiciado por CANARIAS7.
Contra el Hércules compartieron protagonismo para regocijo de la familia Figueroa Cabrera. «Ojalá nuestro goles sirvan para conseguir el ascenso. El triunfo contra el Hércules era fundamental tras el tropiezo en Alcorcón y por cómo se ha dado la jornada. Estamos muy contentos por haber aportado goles a este triunfo tan importante», reconoce Momo, al que la experiencia le dice que aún hay que mantener la calma. Atentamente le escucha Héctor, quien por fin aporta puntos con su olfato goleador. «Contra el Sabadell estaba muy contento por haberme estrenado, pero el gol contra el Hércules tiene más trascendencia por haber supuesto el inicio de la remontada. Estoy muy contento», aseveró sin ocultar su felicidad.
Momo es quien mejor sabe lo que puede aportar su hermano. «Debe tener paciencia y aprovechar los minutos que le den. Su llegada al primer equipo fue precipitada pues tras dos entrenamientos fue titular en un momento difícil para el equipo, pero tanto contra el Sabadell y como el sábado salió al campo y aportó goles». Héctor, por su parte, celebra el buen momento de Momo. «Lo ha pasado mal y ahora tiene la recompensa. Estaba convencido de que no iba a fallar el penalti», dijo.
El ejemplo paternal, referente
El padre de Momo fue un atacante de nivel a finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Se fogueó en filiales de la UD, llegando a Las Palmas Atlético a las órdenes de Mamé León. «Jugar antes en la UD era complicadísimo y, tras el descenso de Segunda B a Tercera, me marché con varios compañeros al Maspalomas», recerda. En el equipo sureño vivió una larga etapa, a la que corresponde la imagen de la izquierda, en la que posa con Momo antes de un partido.
Luego siguió su periplo en Las Torres y finalizó su carrera en activo en Las Torres, club en el que se retiró pasados ya los cuarenta años. «Era una ratita en el área», dice su mujer, «hacía muchos goles y tenía mucha habilidad». El fútbol les unió, pues se conocieron en este mundo, y luego vinieron los cuatro varones que completaron la familia: Momo, Héctor, David y Víctor. Momo, por ser el mayor, acompañó siempre a su padre en los partidos y ahí comenzó a gestar su gran pasión por el fútbol.
La experiencia del padre es muy valorada por Momo y Héctor, criados en un entorno familiar que les ha dado madurez, humildad y afán de superación. «Soy el mayor crítico con ellos porque, con mi mujer, les quiero como a nadie», enfatiza.