Medusas inmunes a la erupción

El catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna (ULL) Alberto Brito asegura que a los biólogos «les ha llamado la atención» e incluso les ha «sorprendido» que a escasos metros del foco eruptivo de La Restinga haya vida animal: medusas. Los investigadores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y del Instituto Joan Almera del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se quedaron con las ganas a finales del año pasado de grabar la erupción y lo han vuelto a intentar hace unos días con idéntica suerte. Sin embargo, las imágenes que tomaron tienen gran valor biológico, pues dejan patente que en entornos extremos como el de una erupción submarina hay seres que logran sobrevivir.

Brito advierte que la presencia de medusas en el Mar de las Calmas «no tiene nada que ver con el volcán», sino que está asociado «a la plaga» que hay en Canarias y que se debe «a la sobrepesca y a la dirección de los vientos saharianos». Sí admite que lo «llamativo» es que están «encima del volcán» y que «aguanten las elevadas temperaturas, el ácido y la falta de oxígeno» que otros animales no han resistido.

sobre el foco. El seguimiento de los cambios biológicos derivados de la erupción submarina en el Mar de las Calmas le permite a Alberto Brito afirmar, no obstante, que si algún ser es capaz de sobrevivir en esas condiciones son las medusas porque «tienen metabolismos muy simples que no necesitan oxígeno para sobrevivir; su cuerpo está compuesto en un 90% por agua», por eso, dijo, «son tan tolerantes».

Aún así, Brito admite que no espera encontrar medusas sobre el foco eruptivo, cuando en toda la zona que abarca la mancha volcánica han desaparecido otros vestigios de vidas, «excepto las algas», algo que es, dice, «importantísimo» para la recuperación biológica de la zona.

El biólogo está especialmente preocupado el hecho de que del entorno de la bahía de La Restinga hayan desaparecido las fulas y los pejeverdes, «el sustrato del que se alimentan los peces de mayor tamaño», y se alegra de que en el muelle, «al menos las algas se ve que están bien».