Borrar
Urgente Lluvia de premios en Canarias: el Sorteo Extraordinario de la Constitución de la Lotería Nacional reparte el primer y segundo premio por las islas

Las heridas que no se cierran

Viernes, 29 de abril 2016, 01:00

Las heridas que provocó en Canarias la represión franquista no se cerrarán hasta que los cuerpos de centenares de fusilados y desaparecidos se saquen de las fosas comunes a donde fueron arrojados. Los familiares llevan décadas de lucha sorda frente a las instituciones locales y que ahora parece que comienzan a abrir las orejas.

Francisco González no vio como los falangistas, rabiosos porque no encontraron a quien buscaban, le mataron un bebé a su abuela, ni cómo años más tarde le asesinaban al marido, su abuelo, pero sí lo vive como si él hubiese sido el protagonista de la atroz historia que se repitió miles de veces por toda la geografía canaria. Entre 3.000 y 5.000 veces dice González que se pudo repetir. Esa es la cifra a la que ha llegado después de años de investigación y de entrevistarse con centenares de víctimas de la represión franquista. Lo mismo que calcula que no se podrán recuperar ni 600 cuerpos porque el resto acabaron el mar, «la gran fosa común» de Canarias.

Ayer, Francisco García, portavoz de la Plataforma de Familiares de los Fusilados de San Lorenzo, participó junto a la activista y cantautora andaluza Lucía Sócam en la mesa redonda Derechos humanos en Canarias: la represión franquista, presidida por el consejero de Cooperación y Solidaridad Internacional del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez, y volvió a contar la historia de su familia y la de miles de familias que siguen sin poder cerrar las heridas que les abrieron con el golpe de estado de Francisco Franco el 18 de julio de 1936. Un «genocidio», dice, en toda regla del que son responsables «muchos terratenientes de las Islas, Falange Española, Acción Ciudadana y la Iglesia».

Asegura que hasta los nuevos políticos que han accedido a las instituciones de las Islas, en los que habían puesto sus esperanzas, están defraudándolos, salvo contadas excepciones. «Nosotros no sólo queremos hacer un monolito o sacar los restos y hacerles una misa, queremos recuperar su memoria, sus ideas y su voz», decía ayer González, que, lo mismo que la cantautora Lucía Sócam, está convencido de que «parece hay miedo de que se conozca la verdad» y mientras eso no ocurra «las heridas no se pueden cerrar», sentenció.

Sigues a Rosa Rodríguez. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Las heridas que no se cierran

Las heridas que no se cierran