La venta del 29% de EMALSA se pacta en casi 18 millones

Gonzalo H. Martel
GONZALO H. MARTEL

La junta de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria dará hoy jueves el último empujón a la venta del 29% de las acciones de la compañía Emalsa. El acuerdo con los dos socios privados de la empresa supondrá las arcas municipales unos ingresos de casi 18 millones de euros.

La operación para desprenderse del 29% de las acciones de Emalsa que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha puesto en venta se habrá completado antes de que finalice el presente año, en el plazo de una semana.

La junta de gobierno que preside Jerónimo Saavedra dará el último empujón a la iniciativa, después de haber alcanzado un acuerdo con los dos socios privados de la compañía del agua, Sacyr y Saur, cada una de ellas propietaria actualmente de un 33% de la empresa.

El acuerdo fija el precio final que pagarán por ese paquete de acciones en casi 18 millones de euros, una cifra algo superior a los 15 millones que hasta ahora se habían barajado. La junta de gobierno tendrá hoy que culminar el expediente administrativo para que la operación pueda quedar registrada antes de que finalice el año.

Tanto los compradores como el ayuntamiento habrían avanzado en la búsqueda de un acuerdo que aporte liquidez a las arcas municipales, después de aparcar las diferencias sobre las facturas pendientes que la empresa mixta viene reclamando a la corporación municipal por distintos conceptos.

Según las distintas fuentes consultadas, las diferencias no se dan por saldadas, pero se han retirado del escenario para facilitar la negociación.

Con la venta del 29% de Emalsa, el ayuntamiento perderá su representación en el consejo de administración, aunque mantendrá el 5% de las acciones y el control de las tarifas del agua, una facultad de la que no puede desprenderse por imperativo legal.

A cambio, recibe la mayor inyección de capital del mandato de Saavedra, si se descuentan los 125 millones de euros procedentes de los fondos de inversión extraordinarios aportados por el Estado en los dos últimos años.

La inyección procedente de la venta de Emalsa será el único capítulo que podrá destinarse a inversión en el presupuesto municipal de 2011, un proyecto que aún tardará varias semanas en completarse después de que el Ministerio de Hacienda rechazara el plan de equilibrio financiero para el próximo trienio.