La mancha del vertido, del tamaño de Teror y Valleseco
El barco hundido ruso Oleg Naydenov sigue expulsando parte del contenido de hidrocarburos que tiene en su interior. Y la mancha cada vez está más dispersa. En estos momentos, hay ya tres lenguas de fuel al sur de Gran Canaria, la mayor de las cuales se aleja a unos 70 kilómetros, según explicó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.
Sin embargo, en el momento de máxima concentración, el vertido llegó a ocupar una superficie de casi 45 kilómetros cuadrados, según los cálculos realizados por el investigador de la división de Robótica y Oceanografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Antonio González Ramos, quien logró identificar la evolución de la mancha en la imagen de satélite que acompaña a estas líneas.
Para hacerse una idea de la afección, baste decir que esos 45 kilómetros cuadrados de mancha de piche suponen la práctica totalidad de la superficie conjunta de Teror (26 kilómetros cuadrados) y Valleseco (22 kilómetros cuadrados).
En estos momentos, el vertido está ya muy diluido. De hecho, ayer el buque Miguel de Cervantes de Salvamento Marítimo estuvo recogiendo parte del vertido. Así, desplegó su brazo flotante y retiró el combustible. «La cantidad fue muy pequeña porque está muy diluido», explicaron desde el Ministerio de Fomento. Gómez-Pomar expuso que la mayor parte del vertido son gasóleos ligeros y que el fuel más contaminante sólo supone un 2% del derrame.
Greenpeace calculó ayer que la mancha tiene 70 kilómetros -imagen más a la izquierda- y cree que aún queda por llegar a la superficie la mayor fracción del combustible.