La inmersión de Tato en el entorno de la Unión Deportiva
Tato compitió por primera vez con la heráldica de la Unión Deportiva sobre el césped del Gran Canaria y selló su participación con un gol gestado en buen gesto técnico. Pero más allá de la efervescencia de un momento memorable, el último fichaje del representativo parece encontrar su sitio en Las Palmas atendiendo a los hechos sucedidos en la intimidad y al ruido del enorme entorno del club.
Para empezar, el futbolista de Torres de Cotillas conoce ya de primera mano los cambios de ánimo a los que es tan proclive el seguidor de la Unión Deportiva. Emulando el dardo de Lobera «Este es un mensaje optimista para los escépticos», Tato indica que sensaciones le dejaron las reacciones a la derrota frente al Alcorcón. ««Yo no llevo tanto tiempo en el equipo y me pilla de nuevo. Me sorprendieron los comentarios tan pesimistas sobre nuestra trayectoria. Somos conscientes de que no se lograban fuera de casa los resultados queridos. La victoria sobre el Girona nos da moral y también para que los escépticos se sumen al carro», manifestó.
Tato no solo valoró el eco externo, también asumió la bipolaridad que durante este tramo de competición se ha hecho seña de identidad de un equipo con pretensiones de ascenso. «Había escuchado mucho sobre las dos caras de este equipo. Me quedo con la que en casa se está competiendo muy bien, logrando muchos puntos en el estadio que es muy importante. Nos queda hacerlo fuera. En el Madrigal podemos dar un golpe sobre la mesa. Nos ha dado moral ver cómo salió ayer Las Palmas y la forma en que se planteó el juego. No nos vale solamente con lo de casa. Intentaremos variar el domingo lo menos posible. El empate no es buen resultado. Ahora hay que pensar en ganarles. Hay que ir con esa ambición», manifestó.
Sobre su gol, responde con modestia, «me quedo con que sirve para ayudar al equipo en sus objetivos», aseveró.