La historia se escribe con épica

Nadie dijo que la gloria se consiguiera por el camino fácil. Pero el Gran Canaria tiene ese gen competitivo que le impide rendirse ante las adversidades. Ya lo hizo en Estambul la semana pasada, cuando el cuadro otomano se marchó en el marcador y parecía que podía dejar la eliminatoria sentenciada tras un horroroso tercer cuarto amarillo, pero los claretianos resucitaron en el Abdi Ipekçi Arena cuando más apretaba la afición rival y lograron reducir la desventaja. Desde que la plantilla salió del pabellón turco, en la mente de todos solo existía el pensamiento de remontar los 14 puntos. Para cambiar la dinámica y devolver el optimismo, la cómoda victoria del sábado en la Liga Endesa ante el Obradoiro fue muy válida, pues incluso García Reneses pudo rotar y dar algo de descanso a los hombres más importantes. Para voltear la situación, la estrategia a seguir está definida, pues desde el vestuario claretiano no se ha parado de decir que hay que ir poco a poco, sin agobiarse y sin querer remontar el resultado desde el primer cuarto. Este pensamiento también debe prolongarse a la grada, pues será la cita en la que el equipo más necesite a la marea amarilla, que debe hacer ver al Galatasaray que 40 minutos en el Arena son muy largos. En lo estrictamente baloncestístico, el Herbalife Gran Canaria deberá defender con mucha agresividad, sin facilitar el rebote ofensivo y canastas fáciles a los turcos algo que fue clave en el partido de ida-. En casa, los hombres dirigidos por Ergin Ataman, tienen un gran potencial ofensivo, pero lejos de su pabellón el torrente atacante disminuye mucho. Aún así, habrá que tener vigilados de cerca a hombres como McCollum máximo anotador de la Eurocopa-, Micov, Lasme o Davis, que resultaron determinantes en la ida. Pero los claretianos no tienen nada que envidiar. Al factor ambiental se le suma el gran momento de forma de Alen Omic, la mejoría de Kevin Pangos, la regularidad de Albert Oliver o experiencia de hombres como Eulis Báez o Savané. El vestuario es una piña y todos creen en que se puede lograr el hito. La gloria los espera y la recompensa a la batalla que disputarán esta noche es nada más y nada menos que una nueva final europea. Para los incrédulos o los que vean en los datos y las cifras las posibilidades amarillas, el Granca ha sido capaz este año de vencer en la competición europea como local por 15 o más puntos en cinco ocasiones: MHP Riesen Ludwigsburg alemán (95-75), Enel Basket Brindisi italiano (103-76), Le Mans Sarthe Basket francés (77-62), Avtodor Saratov ruso (101-77) y Hapoel Jerusalén (108-61). Y los turcos ya saben lo que es perder en España por esa renta, pues esta temporada cayeron en la pista del CAI Zaragoza por 85-68. Además, este año los claretianos han dejado varias remontadas para el recuerdo, como por las conseguidas en la Copa del Rey. Al Bilbao Basket, en semifinales, lograron levantarle 19 puntos de desventaja en tan solo 12 minutos. Será muy complicado, pero es una hazaña que se puede lograr. La historia está en deuda con el Herbalife Gran Canaria, después del varapalo que sufrió en la final de esta misma competición el año pasado cuando después de haber hecho una participación de récord, se encontró con uno de los mejores equipos de Europa, el Khimki ruso, y los de García Reneses no pudieron culminar el hito levantando el cetro continental. Así que Galatasaray, bienvenido al infierno amarillo, donde más de 8.000 gargantas trataran de conducir a un plantel de valientes a una nueva hazaña. Bienvenidos a Gran Canaria.