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La forma de los glaciares determina la susceptibilidad de adelgazamiento

Europa Press

Jueves, 1 de enero 1970

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Investigadores de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) han identificado glaciares en Groenlandia Occidental que son más susceptibles al adelgazamiento en las próximas décadas al analizar cómo toman forma. La investigación, que ha sido publicada este lunes en 'Nature Geoscience', podría ayudar a predecir cuánto contribuirá la capa de hielo de Groenlandia a la elevación futura del nivel del mar durante el próximo siglo, un número que actualmente oscila entre pulgadas y pies. La capa de hielo de Groenlandia es la segunda capa de hielo más grande de la Tierra y ha estado perdiendo masa durante décadas, una tendencia que los científicos han vinculado al calentamiento del clima. Sin embargo, el cambio masivo experimentado por los glaciares costeros individuales, que fluyen desde la capa de hielo hacia el océano, es altamente variable, lo que dificulta predecir su impacto en el futuro aumento del nivel del mar. "Estábamos buscando una manera de explicar por qué esta variabilidad existe y encontramos una forma de hacerlo que nunca se ha aplicado antes en esta escala", explica el autor principal, Denis Felikson, asistente de investigación de postgrado en el Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas (UTIG) de la Escuela de Geociencias y estudiante en el Departamento de Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Mecánica. De los 16 glaciares que estudiaron los investigadores en el oeste de Groenlandia, se anunció cuáles eran los cuatro más susceptibles al adelgazamiento: Rink Isbræ, Umiamako Isbræ, Jakobshavn Isbræ y Sermeq Silardleq. De hecho, Umiamako Isbræ, Sermeq Silardleq y Jakobshavn ya están perdiendo masa, siendo Jakobshavn responsable de más del 81% de la pérdida de masa total de Groenlandia Occidental durante los últimos 30 años. La placa de hielo se ha mantenido estable desde 1985, pero a través del análisis de su forma, los investigadores encontraron que podría empezar a adelgazar si su final, el frente del glaciar expuesto al agua del océano, se vuelve inestable, lo cual es una importante posibilidad a medida que el clima continúa calentándose. "No hace mucho no sabíamos cuánto hielo estaba perdiendo Groenlandia, ahora estamos llegando a los detalles críticos que controlan su comportamiento", dice Tom Wagner, director del programa de criosfera de la NASA, que patrocinó la investigación. El análisis funciona calculando hasta qué punto es probable que se extienda el adelgazamiento del interior que comienza al final de cada glaciar. Los glaciares con un adelgazamiento que llega hasta el interior son los más susceptibles a la pérdida de masa de hielo. Hasta qué punto es susceptible un glaciar al adelgazamiento depende de su espesor y pendiente superficial, características que resultan influenciadas por el paisaje bajo el glaciar. En general, el adelgazamiento se propaga más fácilmente a través de los glaciares gruesos y planos y es obstaculizado por las porciones delgadas y empinadas de los glaciares. La investigación reveló que la mayoría de los glaciares son susceptibles al adelgazamiento entre 10 y 30 millas (entre 16 y 48 kilómetros) tierra adentro. Sin embargo, para Jakobshavn, el riesgo de adelgazamiento llega a más de 150 millas (241 kilómetros) tierra adentro, casi un tercio del camino a través de capa de hielo de Groenlandia. Felikson cree que estos cálculos ayudarán a mejorar las estimaciones sobre cuánto puede contribuir Groenlandia al aumento futuro del nivel del mar. Sin embargo, aunque el método puede señalar las áreas vulnerables, no puede predecir cuánta pérdida de masa es probable que ocurra. No obstante, saber qué glaciares son los que tienen más riesgo puede ayudar a los científicos a asignar recursos limitados, según el coautor Timothy Bartholomaus, profesor asistente de la Universidad de Idaho y exinvestigador asociado de UTIG. "El enfoque que demostramos aquí nos permite identificar qué glaciares todavía no están cambiando rápidamente, pero podrían", dice Bartholomaus, quien apunta que con este conocimiento, será posible anticipar el potencial aumento del nivel del mar y establecer las campañas de observación de antemano para entender estos cambios en los glaciares. La profesora asociada de la Escuela Jackson y científica investigadora de UTIG Ginny Catania adelanta que el equipo planea aplicar la técnica de análisis de forma a otros glaciares. "Nuestro plan es extender el análisis para que podamos identificar los glaciares en la Antártida y alrededor del resto de Groenlandia que son más propensos a ser susceptibles de cambiar en el futuro", concluye.

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