«La ciudad necesita un gobierno estable»
Es el candidato de la fuerza más votada al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pero ha perdido la mayoría absoluta que le hizo alcalde y, a corto plazo, sabe que tiene difícil la continuidad en el cargo. Pero no da la batalla por perdida.
El Partido Popular sigue siendo el más votado en Las Palmas de Gran Canaria, pero después de 20 años, se acaban las mayorías absolutas. Dijo usted la noche del domingo que hasta el rabo, todo es toro. ¿Cuánto le queda del toro? Pues más de la mitad. Queda mucha tela que cortar aún, hasta el 13 de junio. Es lógico y comprendo la dinámica emprendida por aquellos grupos que estaban en la oposición y tratan ahora de conformar una mayoría que propicie el desplazamiento del PP y de Cardona de la Alcaldía. Es coherente con lo que prometieron. Ahora se empieza a ver que llevarlo a la práctica no es están fácil como decirlo, ya empiezan a ver las dificultades, y aún falta que esa voluntad se plasme en un programa de gobierno que sea coherente y sobre todo que le dé estabilidad a la ciudad. ¿Cual es su punto de partida? Lo que le pido a los representantes de esas fuerzas políticas es que no se precipiten en tomar una decisión. Por encima de todo, la ciudad necesita un gobierno estable. Para eso hace falta un programa de gobierno coherente, que entiendo que será el trabajo que han anunciado para los próximos días. Creo que eso será difícil , y por tanto, estoy convencido de que se darán las circunstancias para que el diálogo que yo he ofrecido se produzca, con el objetivo de formar un gobierno estable que contente a la mayoría de las formaciones. Hay que ser pacientes, tener tranquilidad, y esperar a que se produzca ese escenario. A corto plazo, ¿observa usted alguna posibilidad de mantenerse el gobierno? Sinceramente, si la voluntad que han expresado los partidos que están negociando un acuerdo fructifica, me veo a corto plazo en la oposición. Pero si eso no fructifica, se abre un escenario alternativo en el que se tendrán que hablar cosas concretas, un nuevo marco de relaciones políticas que favorezca el progreso y la eficacia de los servicios públicos, por ejemplo. ¿Va a esperar a ese cambio de escenario para pasar a la acción? Yo en la acción estoy, hablando con muchas personas y analizando los pasos a dar y las consecuencias de una dinámica u otra, con personas de la política y de fuera de la política. Hay mucha preocupación en la ciudad no tanto por quién pueda ser el alcalde, sino por conseguir que el gobierno que resulte de todos esos diálogos y de esas posibilidades de pacto sea el gobierno que la ciudad necesita. Y por eso, queda tarea por delante. Hay que escuchar, y ser pacientes. Hay que dar los tiempos que estas cosas requieren, y finalmente, dar la solución más razonable para el futuro de la ciudad. ¿En qué se equivocó el PP aquí? Lo que ha ocurrido es la suma de varios factores. Uno de ellos es la transformación sociológica y política del país. La ciudad no se ha quedado al margen de otras ciudades bien gobernadas por el PP, donde han irrumpido nuevos partidos políticos. En segundo lugar, la aparición de José Miguel Bravo de Laguna con una nueva formación, ha desconcertado y dividido a nuestros votantes. Y en tercer lugar, los fallos y errores atribuibles a mi gestión. A la vista de los resultados algo hemos hecho mal, tendremos que mirar por barrios, para vincular acciones y resultados en nuestras políticas. Nos hace falta autocrítica sincera y real para evitar errores en el futuro.
