La ciguatera podría tener su origen en el cambio climático
Marta Ramos
Lunes, 7 de septiembre 2015, 01:00
La incidencia de la toxina marina que causa la enfermedad ciguatera en Canarias podría tener su origen en el efecto invernadero, según afirma el catedrático de Patología Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Fernando Real.
La ciguatera es una intoxicación alimentaria causada por el consumo de una microalga marina tropical que produce unas toxinas, llamadas ciguatoxinas, que podría tener su origen en el cambio climático. Estas algas, según explica, son consumidas por peces hervívoros que la acumulan, y éstos, a su vez, por peces carnívoros silvestres de tamaño superior que siguen concentrando la toxina, de manera que cuando llega a un humano que lo come, se intoxica. La ciguatera será uno de los temas colaterales que se abordarán en el XVII Congreso Internacional sobre Enfermedades de Pescados y Mariscos, del que Real es presidente del comité organizador.
En opinión del experto, la incidencia de estas algas tóxicas guarda relación con el efecto invernadero, ya que las alteraciones provocadas sobre el medio marino han podido propiciar su aparición en las aguas de Canarias, donde no se había detectado su presencia hasta hace pocos años. «Todas las enfermedades producidas por agentes vivos pueden tener una relacion directa con el efecto invernadero, porque éstos se multiplican en mayor o menor medida según las condiciones del agua, como la temperatura o su salinidad», apunta Real.
La enfermedad, para la que no hay un tratamiento específico, es transmitida a los seres humanos a través de peces silvestres de gran tamaño que hayan consumido la toxina como el medregal, el peto, el pez espada o el mero, entre otros, afirma el experto. Esta enfermedad, que en Europa sólo ha sido diagnosticada en Canarias, provoca en el humano un cuadro de tipo neurológico, que afecta al sistema ocular y al sistema nerviso.
Al tratarse de especies silvestres, la prevención está basada en controlar en los puntos de venta las especies pesqueras susceptibles de ser tóxicas, previniendo la aparición de brotes de intoxicación por esta enfermedas en las Islas.
El catedrático de la ULPGC apunta que no hay que tener miedo a comprar estas especies en los mercados. «Los supermercados deben comprar el producto en los puntos de venta donde hay controles exhaustivos que se hacen de forma sistemática», dice Real, quien asegura que la procedencia de las inxoticaciones tiene su origen en la actividad deportiva. «Los pescadores deportivos pescan y se lo comen, o se lo dan a sus familiares o conocidos, sin un análisis previo del pescado», sostiene Real.
La ciguatera, que esta semana fue incluida como enfermedad de declaración obligatoria por parte del Gobierno de Canarias para conocer su evolución en el archipiélago, fue detectada en el año 2008 tras un brote con 25 afectados vinculado al consumo de un medregal capturado en aguas del Archipiélago.
Cuestiones relacionadas el control y la prevención de la enfermedad se abordarán durante el congreso, que comienza hoy en el auditorio Alfredo Kraus. Según Real, contará con 500 investigadores de todo el mundo.