La alarma se extiende ahora a Tenerife
El fuel fugado del interior del Oleg Naydenov se aproximó a La Gomera y Tenerife durante este sábado, un desastre avistado por la mañana por los técnicos de la organización ecologista WWF y que no pudieron ratificar por la tarde los servicios de emergencias del Gobierno de Canarias. Mientras las playas de Gran Canaria amanecían supuestamente limpias, el petróleo se extendía a otras zonas del Archipiélago.
Tras las señalas de alarma, especialmente centradas en Tenerife, se activaron rápidamente los protocolos. El PECMAR reconoció que se había avistado la posible sombra de la expansión en el sur de Tenerife, en las zonas de Granadilla y San Miguel. Se activaron los medios, así como el Estado mandó un equipo de Salvamento Marítimo para verificar lo que sucedía pero poniendo en cuarentena la información. En su comunicado de ayer, Fomento no hizo alusión alguna a la presencia de fuel en las proximidades de Tenerife y La Gomera. A pesar que desde el día anterior había previsión de que las corrientes llevaran hidrocarburos hasta aquella zona. Sobre el lugar se destacaron el Miguel de Cervantes y el Punta Salinas, reconociendo la zona afectada. Desde el Cabildo de Tenerife, en palabras expresadas por su presidente Carlos Alonso, se hablaba con mesura de la situación y se indicaba que se estaban tomando medidas de prevención. Posteriormente, cuando caía la noche, se especificó que los vuelos del Sasemar no podían confirmar que lo que se veía en la costa de sur de Tenerife fueran restos de hidrocarburos.
Además, el Ministerio de Fomento expresaba que tras las pertinentes comprobaciones sobre la zona de sus distintos operativos, no se encontraban tampoco restos de hidrocarburos en tierra en Gran Canaria. Sin embargo, en playas como la del Risco Agaete, los usuarios volvían de la orilla con los talones manchados de piche. Además, el vuelo de reconocimiento del Sasemar 101 detectó restos de hidrocarburos a una distancia de entre 4 y 5 kilómetros al oeste de cabo Descojonado. El Estado informó que el buque de lucha contra la contaminación marítima Luz de Mar realizó su labor ayer en la zona del hundimiento, encontrándose con mejores condiciones meteorológicas para la recogida de fuel. La situación climática permitió que la contaminación en ese área fuera más visible y permitió, durante la mañana recoger 40 metros cúbicos de restos mezclados con agua.
Tampoco se precisó mucho más en relación al sellado del pecio, que se hundió con 14.000 toneladas de combustible, más allá de informar que se está esperando por la llegada de equipamiento técnico los próximos días a la Isla. El balance de fauna afectada, según los datos oficiales, se mantiene en dos tortugas, cinco pardelas (dos muertas) y un alcatraz, si bien el dispositivo específico de vigilancia continúa su trabajo por parte de los medios del Gobierno de Canarias y de la Guardia Civil.
Mientras se trabaja por contener la fuga y evitar el daño de otros lugares de las Islas, el escenario se sigue discutiendo en el ámbito político. Organizaciones ecologistas entran en acción, como en el caso de Greenpeace exigiendo la protección de la fauna de las Islas. Otras, como Ben Magec avisan de la posibilidad de emprender acciones legales e invita a una cadena humana de protesta el 10 de mayo en el Faro de Maspalomas.
Y en medio de la polémica, los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria hicieron público un comunicado en el que lamentaba que no se recurra a ellos para las labores de recogida, ya que aseguran disponer de todo el material necesario para ello. Los bomberos «recuerdan que no es lo mismo que asistan como voluntarios a limpiar el fuel, como ya hicieron en el derrame de Playa del Cabrón en Arinaga, a que asistan activados. La diferencia radica en que siendo activados pueden asistir con los recursos materiales necesarios y de forma voluntaria no».
Otra bolsa. Al mediodía de ayer cundió la preocupación en Gran Canaria. Concretamente al sur de la capital, entre la potabilizadora y la playa del Agujero. Allí apareció una bolsa de fuel que movilizó rápidamente a los servicios de guardia de Salvamento Marítimo, que mandaron una embarcación al lugar. Una vez allí se comprobó que era fuel ligero (gasoil) y sobre la marcha se descartó que tuviera ninguna vinculación con el derrame del Oleg Naydenov. Tras recoger muestras para su análisis, desde la institución dejan en manos de Capitanía la investigación para corroborar la procedencia de esa bolsa.