Jaque mate al Baskonia
No era un partido cualquiera el de ayer. Las visitas del Laboral Kutxa no lo son nunca y esta vez, además, estaba en juego la victoria y el basket-average individual entre dos equipos parejos en potenciales y objetivos y con la Copa asomando en el horizonte. Y el Herbalife Gran Canaria pudo con todo.
Pudo con el Baskonia. Pudo con otro final apretado. Pudo, incluso, con un Andrés Nocioni de otra galaxia. El argentino, sin puntos ni protagonismo en la primera mitad por culpa de las faltas, eclipsó al Granca y al Centro Insular en un tercer cuarto magnífico y perfecto, donde anotó 19 puntos (25 al final del partido) para consumar una remontada parcial que se quedó sin premio porque delante, esta vez sí, se topó con la mejor versión del Herbalife, esa que pocos pueden tumbar al amparo de su fiel afición.
En un final apretado y donde pudo ganar cualquiera, se llevó la batalla el Granca por pura cuestión de temple desde la línea de tiros libres, donde a Albert Oliver, desdibujado hasta entonces, no le tembló el pulso que le falló a Jelinek en los momentos decisivos.
Pero fue también un triunfo de carácter, de coraje, de raza. Las armas que se lleva el Herbalife para la Copa de Málaga, donde ya le espera un Real Madrid intratable e invicto pero consciente de cómo le las gasta la escuadra claretiana.
Desmarque inicial. El Granca mordió de inicio. El acierto de Hansbrough y la concentración al unísono despegaron a los amarillos (9-2), ante un Baskonia obligado a sentar a Nocioni, su principal armas ofensiva, con dos faltas, una de ellas técnica por protestar una decisión arbitral.
Mientras Tavares le ganaba la partida en las alturas a Pleiss (inédito en anotación por entonces), Hansbrough seguía a lo suyo con un segundo triple que, unido al primero de Newley, ponía la máxima diferencia en el luminoso (16-6).
Con implicación colectiva y mucha mejor puesta en escena que su rival, el Granca consumió el primer parcial con viento a favor, sin lagunas reseñables e imponiendo su mejor baloncesto, que ya se echaba de menos por el CID (20-10).
Respondió el Laboral Kutxa al primer tirón amarillo. Lo que se esperaba por su caché. Apretó los dientes en defensa y afinó la puntería para recortar camino (22-15).
Pero la mejoría visitante no hizo recular al Herbalife. Llegaron los puntos de Báez y Beirán, y la diferencia se mantuvo a su favor en un partido que tomó velocidad de vértigo en anotación (34-21, a 4.02 para el descanso).
El mayor empuje visitante atascó a los amarillos en ataque en los últimos minutos del primer acto. Y ese único despiste de los primeros 20 minutos acercó al Baskonia que, con un parcial 0-10 incluido, se marchó al vestuario muy vivo (39-30).
Ya con Nocioni de la partida, el Laboral Kutxa intentó la remontada. El partido se endureció atrás y se atascaron los dos ataques. Con los primeros puntos del Chapu (apodo que le pusieron sus amigos de niño), los vitorianos acortaron distancias hasta meterse de lleno en el partido (45-40).
Y despertó el Chapu.
Fue entonces cuando despertó Nocioni, que se había guardado toda su rabia (llámese también calidad) para darle rienda suelta en cuanto lo necesitara su equipo. Y ese era el momento. El argentino tiró de galones para consumar la remontada (50-54, con 16 puntos en el parcial del ala-pívot, que anotó cuatro triples casi seguidos). Comenzaba un nuevo partido a falta de un solo cuarto (59-57).
En el parcial decisivo dio primero Baskonia con un triple de Jelinek (59-60), pero el intercambios de golpes ya sería la tónica general (65-65, a 6.48 minutos para el final).
La cuarta personal de Nocioni lo volvió a mandar al banquillo. Reservada la artillería argentina, Caseur y Heurtel tiraron de un Baskonia entonado pero incapaz de escaparse de un Granca tan entero o más que si rival (65-67, a 5.40 para el final).
Para la batalla final, Scariolo volvió a meter al único que podía tumbar ayer el Herbalife, el Chapu. Y Martínez le respondió con Báez (70-69). La pelota quemó entonces. A todos menos a Nocioni, imparable y crecido (70-73). Pero fue Heurtel el que paró los corazones a la grada con un triple que, sin embargo, tuvo respuesta inmediata de Hansbrough (75-76, a 1.29). Intercambio de golpes. De calidad
Un triple de Newley iluminó el triunfo (78-76), pero Heurtel devolvió el empate (78-78).
Tiros libres.
Báez apareció en el momento perfecto para adelantar de nuevo al Gran Canaria (80-78), pero al Baskonia le quedaban aún 19 segundos para igualar o ganar el partido
Y con el duelo sentenciado a decidirse desde la línea de tiros libres, el Granca ganó la partida gracias al temple de Olivert. El de Terrassa anotó los cuatro que provocó, mientras Jelinek erró uno que terminaría condenando a los suyos. Pudo ganar cualquiera pero el triunfo se quedó en la Isla. Y el basket-average también. Jaque mate al Baskonia.