Incineradora en Salto del Negro
El plan de residuos de Gran Canaria plantea habilitar una planta incineradora para quemar «los residuos no valorizables y los rechazos de las plantas de recuperación». Los colectivos verdes y ecologistas de Equo han puesto el grito en el cielo y alertan de posibles riesgos para la salud de los vecinos.
La incineración se plantea ya como una alternativa al colapso del vertedero de Salto del Negro. El plan territorial de residuos de Gran Canaria considera «ineludible» la posibilidad de plantear el recurso del «tratamiento térmico» de los residuos. En concreto, señala en el documento de aprobación inicial, «se debe plantear la valorización energética para los rechazos de las plantas de tratamiento, así como para aquellos residuos no reciclables o valorizables materialmente».
El documento abre las puertas a una planta de valorización energética, una infraestructura que se define como un equipamiento «de gestión de la fracción no reciclable de los residuos urbanos mediante la combustión controlada, en condiciones óptimas. De este modo, se consiguen transformar los residuos en escorias, cenizas y gases, con la mínima producción de contaminantes posible, a la vez que se da una importante reducción del volumen de los residuos».
También insiste en que la producción de calor en la combustión permite, «mediante el uso de una turbina», la generación de electricidad, «que redundará en un menor consumo de combustibles fósiles».
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo no quiso atender a ayer a este periódico bajo el argumento de que se trataba de una instalación en Salto del Negro y que, por tanto, debía responder el Ayuntamiento. Eso sí, a través del gabinete de prensa explicó que la incineradora era una actuación incluida en el plan de residuos, si bien aún no se había tomado ninguna decisión al respecto.
Pese a todo, el eje sexto del plan de residuos, el referido a la valorización energética, siempre hace referencia a la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, que dirige la propia Arévalo, como el agente implicado, nunca al Ayuntamiento.
Es más, la implantación de esta tecnología se presupuesta con 214.690.000 euros, a distribuir en nueve anualidades hasta el año 2018 -ya que el plan preveía la primera inyección de fondos en 2010. Un error.
Por su parte, los colectivos ecologistas integrados en Equo -la nueva formación que encabeza el exdirector de Greenpeace España Juan López de Uralde- califican de «error» instalar una incineradora en el vertedero de Salto del Negro por su carácter contaminante y alertan de los posibles efectos dañinos para la salud ya que «las dioxinas emitidas por este tipo de instalaciones pueden provocar cánceres según un estudio epidemiológico elaborado por el Instituto Francés de Vigilancia Sanitaria, sobre la incidencia del cáncer en las proximidades de las incineradoras de residuos sólidos urbanos ha determinado la relación entre la emisión de estas instalaciones y la incidencia de esta enfermedad».
Además añaden que «las incineradoras contribuyen al calentamiento global y son extremadamente caras en su construcción y posterior funcionamiento. Siendo más barato invertir en la clasificación de residuos y su posterior el reciclado en una planta adecuada de tratamiento».
Equo hace un llamamiento a los vecinos afectados, «que somos todos los habitantes de Gran Canaria», se afirma en la nota de prensa, a presentar alegaciones al plan territorial de residuos de Gran Canaria, todavía en aprobación inicial, y anuncia que planteará una fuerte oposición al proyecto para evitar que pueda materializarse.