Gabi Sarmiento: "Quiero ver a Ferino campeón del mundo"

¿Qué retos se ha marcado en el calendario para este año tan importante en la carrera profesional de Ferino V? Lo primero que tenemos es la defensa obligatoria del título de la European Boxing Union (EBU), que Ferino afrontará supuestamente en Inglaterra. Y recientemente he recibido una oferta del promotor norteamericano Sampson Lewkowicz, con el que ya trabajé en la etapa de Sergio Martínez y al que nos une un contrato para pelear en Estados Unidos, para ir a América en septiembre y brindarle a Ferino una pelea grande con un adversario de primer nivel. Pero primero la defensa del EBU ante Eggington. En paralelo, voy solucionando mi situación legal en Estados Unidos y podré volver a entrar en el país con absoluta normalidad después de que haya finalizado mi condena. Hay que estar allí para poder triunfar, Así está montado este negocio del boxeo. Si no pisas América, no existes... Es la meca de todo boxeador. Hay que estar allá. Por mi experiencia, el mejor sitio para preparar boxeadores es en el que estoy ahora, entre Puerto Rico y Tauro, porque las condiciones climatológicas son insuperables. Pero en Estados Unidos, pese que tiene zonas como California que tiene un clima mediterráneo durante todo el año, posees una infraestructura de lujo para hacer sparrings con rivales cualificados. Los mejores viven allí y si te posicionas junto a ellos, la evolución es imparable. Y te metes de lleno en la cultura de «boxeo, comer y dormir», que es la que prima allí y forja a los grandísimos campeones. ¿Con estar aquí no alcanza para forjar a un gran campeón? No, porque hay demasiadas distracciones por el entorno. Que si mi papá, mi novia, mi mujer, los niños... Imposible centrarse ciento por ciento en el boxeo. Es comprensible que, como personas, tengas que afrontar problemas más allá del ring. Todos tenemos nuestros problemas, pero allí todo está más controlado y profesionalizado. ¿Esa cultura, la del esfuerzo continuado, es innegociable para usted? Sí. Para preparar un campeonato en condiciones debes estar dos meses plenamente centrado en el boxeo. Salirte del foco del ring es fastidiarla. ¿Cómo ha encajado estos planteamientos en Canarias? He hecho campamentos aquí tratando de implantar esta filosofía, pero reconozco que es difícil, no termina de calar. La gente es muy poco dada a invertir en este tipo de concentraciones que, en mi opinión, son inversiones de futuro, pues moldean al deportista. Ser campeón obliga a renunciar a la comida de mamá y a dormir en casa. ¿Por qué vino un entrenador de laureles mundiales como Gabi Sarmiento a parar a esta tierra? Siempre tuve claro que quería venir y entrenar aquí, un sitio de enorme talento como Gran Canaria, con una gran historia en el boxeo español. También me condicionaba cuando vine que me quedaban dos años de condena en Estados Unidos que me impedían estar allá y volver a trabajar en un país en el que lo logré todo. Entre unas cosas y otras, me decidí. Me insistió en que viniera mi amigo Antonio Pulido, que siempre ha estado vinculado a la Federación, y ayudó también la posibilidad de entrenar a Ferino V. Ahora tiene a las dos joyas de la corona del panorama canario en su cartera. Ferino V y John Dickson. ¿Como para sentirse privilegiado? Creo que sí. Ferino ya no necesita presentación. Es un atleta, un campeón, con una carrera hecha y que puede llegar al lugar que se proponga. Dickson, por su parte, lleva poco más de tres años boxeando y es un fenómeno, puede crecer muchísimo. Le planta cara a Ferino y al que le pongan delante. Eso dice mucho de John en todos los sentidos. Muchas veces dijo que no pararía hasta convertir a Ferino en campeón del mundo. ¿Piensa que sigue siendo posible esa aspiración? La pelea ante Ahmed el Mossaudi en el Campeonato de Europa marcó un antes y un después. Hizo una buena pelea pero sufrió, llegó al rincón en los últimos asaltos al borde del ko. Pero necesitaba pasar por esa experiencia, sentir en sus carnes dolor y sufrimiento. Está en edad y tiempo de ser campeón del mundo y yo estoy empeñado en que así sea. Por eso me dicen Eggington y yo digo adelante. Ferino pasó un umbral importante y lo veo más hecho, sabiendo aguantar, sabiendo sufrir. ¿Es ahí donde más se ha notado el manual de Gabi Sarmiento a la hora de imprimir su sello en la manera de pelear de Ferino V, añadiendo al talento el carácter y el orgullo de no rendirse nunca? Yo aquí soy un mero entrenador, que trata de hacer su trabajo. Ferino es Ferino, aunque trato de que cumpla con las normas que yo le establezco. Un entrenador siempre tiene que ser ejemplo. Aunque me quede sin gente. Siempre hablo de Sergio Martínez en este sentido. Para mí es el mejor atleta del mundo. Siempre creyó en el trabajo y el sacrificio. Nunca flaqueó. Lo mejor que tenía es que siempre hacía lo que le decías. No cuestionaba nada, no ahorraba esfuerzos. Física, técnica y alimentación. Lo admiro por su disciplina. Había magnetismo entre nosotros. Y en las peleas cumplía todo. Llegó a campeón del mundo, que no es cualquier cosa. ¿Qué puede decir de Dickson? ¿También le ve con proyección mundial? Dickson tiene que arreglar algunas circunstancias personales para poder desplegar todo lo que lleva dentro. A veces tiene problemas hasta para poder alimentarse mínimamente. Ya le he dicho que el gimnasio nunca traiciona a nadie. Le he explicado a él lo que me ha pasado a mí. Vine aquí sin nada y he hecho cosas importantes. Él, sin tener nada, lo tiene todo. Y puede ser campeón del mundo si se lo propone. Creo en él. Con Sergio Martínez yo no tenía ni un gimnasio para entrenar. Cogíamos las llaves de varios gimnasios y nos ejercitábamos a ratos, cuando nos dejaban. Vendimos cosas para poder comprar productos de suplementación... Pero desde la necesidad y el talento, salió un campeón grandísimo y debe ser ejemplo para Dickson, para todos. ¿Le sorprende el nivel de la escuela isleña a un profesional como usted que lo ha ganado todo en este deporte? Sí. Lo único que falta es trabajar más, dejar los entrenamientos de andar por casa y mentalizarse de que hay que salir y sacrificarse. Falta el concepto de trabajo. No lo digo gratuitamente, valga esta experiencia personal: me estoy preparando para el Ironman de Lanzarote y la persona que me lleva los entrenamientos hizo once pruebas de este tipo, dos de ellas en Hawai. A él le entrenaba Clemente Alonso, una eminencia en la materia que vive y trabaja aquí.Pues mi técnico, que es de Mogán, le pidió a Alonso que le ayudara a prepararse, y Alonso le dijo que él no entrenaba a canarios. Luego le convenció, pero, de entrada, la fama de los canarios ya casi le tumbó sus propósitos. ¿Retrata la ambición de Gabi Sarmiento el participar en un Ironman con todo lo que implica una prueba de esta exigencia física y mental? Hago un entrenamiento profesional que no debería, pero me gustan los retos y quiero cerrar un ciclo de mi vida. Ha nacido mi hija Laila, que además lo hizo en Tauro, en nuestra casa, se me terminó la condena y puedo regresar a Estados Unidos, que es lo que haré en breve. Lo he hablado todo con los promotores y quiero volver. En Estados Unidos, cuando llegué por primer vez, tampoco tenía nada. Iba en una bicicleta de arriba para abajo buscándome la vida. Me lo recordaba hace poco Roberto García, que fue varias veces mejor entrenador del mundo. Y llegué por mi determinación. Ha sido un placer compartir con usted acerca del boxeo, de la escuela canaria y de los proyectos de futuro que se sigue marcando pese a que, por historial, ya está por encima del bien y del mal. Agradezco a CANARIAS7 la ocasión. Mi mensaje de trabajo, sacrificio, humildad, fe y orgullo es para el ring y para la vida.

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