Examen para nota en el Arena
Cita de lujo para cerrar la Semana Santa. El Laboral Kutxa Baskonia visita esta mañana (11.30 horas) a un Herbalife Gran Canaria lanzado en la Eurocopa y con pie y medio en una Playoff en la Liga Endesa, allí donde su rival de hoy le precede en la clasificación.
Tres victorias son las que separan al Granca (quinto) de la escuadra vitoriana (cuarto), o lo que es lo mismo de los puestos de cabeza de serie de un Playoff ya en su cuenta de atrás y donde tanto uno como otro ya tienen prácticamente garantizado su derecho a luchar por el título de Liga.
Nunca la visita de un rival de Euroliga es cualquiera y hoy llega uno de los que mejor baloncesto está desplegando, con una plantilla fabricada por y para luchar por cada uno de los títulos que disputa. Y es así por razones de peso. De entrada, posee una pareja de bases (James y Adams) que muy pocos mortales se pueden permitir. Luego está la figura de Ioannis Bourousis, palabras mayores para la espectacular temporada que está realizando el griego a las órdenes de Perasovic, el técnico de Split que ha sabido reconducir a la escuadra victoriana allí donde se merece, con los más grandes y para luchar por títulos.
Además de Shengelia, lesionado de gravedad y para rato, Causeur se pierde la cita de hoy por le bando visitante. El escolta galo fue dado de baja para esta jornada, un mal menor teniendo en cuenta su sustituto, el alero letón Davis Bertans.
Reneses, por el contrario, podrá contar con todo su arsenal para intentar recortar camino hacia esos puestos de cabeza de serie, un objetivo secundario para el Granca pero al que no renuncia ni mucho menos.
Un Herbalife muy temido por todos los de arriba esta temporada. Un respeto ganado a pulso. Semifinalista ya en la Eurocopa, los claretianos este curso ya se han plantado en una final de Copa derrotando al casi invencible por entonces Valencia de Pedro Martínez, y a punto estuvo de llevarse el trofeo de campeón ante un Real Madrid que terminó pidiendo la hora.
Una maquinaria amarilla muy engrasada a pesar del tropiezo mayúsculo en Sevilla no hace mucho, pero que ante uno de los grandes y con el apoyo de su siempre fiel afición promete un domingo de resurrección para no perdérselo. Ni siquiera por los menos creyentes.
