«Este año las conjuntivitis víricas han sido más graves»

La doctora María Ocaña González, advierte sobre el aumento en la frecuencia de las conjuntivitis víricas y ofrece pautas a seguir para cuidar los ojos.

¿Qué es la conjuntivitis? La conjuntivitis es una de las patologías más frecuentes que se producen en los ojos. Es muy común y se transmite muy fácilmente. Se trata de una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo. Cuando se irrita, los vasos sanguíneos se hacen muy visibles y por eso el ojo se enrojece. ¿Cuáles son sus síntomas, cómo podemos determinar que la padecemos? Aparte del enrojecimiento en los ojos puede existir lagrimeo, picor, sensación de tener arenilla bajo el párpado, fotosensibilidad (molestia al dar la luz) y secreción conjuntival que podría provocar una pequeña pérdida de visión. Estas secreciones pueden ser blanquecinas, amarillas y en ocasiones verdes y se acumulan en las pestañas durante el sueño, es lo que conocemos como legañas. Si los síntomas son leves y no se ha sentido la sensación de pérdida de visión generalmente se resuelve sola, únicamente es necesario el uso de suero fisiológico para lavarse los ojos dos o tres veces al día. Si son más severos todos los síntomas o se presentan secreciones verdes es preciso consultar a un especialista lo más rápidamente posible. ¿Cuáles son las causas de esta patología? Hay distintos tipos de conjuntivitis. Existen las producidas por virus; por bacterias; las alérgicas, provocadas por caspa de animales o el polvo y las irritativas, como las que aparecen en verano en los niños por el cloro en las piscinas. Su principal problema de la conjuntivitis vírica es que es muy contagiosa y se propaga rápidamente. Este año las conjuntivitis víricas han sido más frecuentes y más graves que en años anteriores, por lo que es preciso extremar la precaución. ¿Es muy complicado su tratamiento? En los casos leves, como refería anteriormente, no es complicado, por lo general se resuelven solas con la ayuda de una buena higiene en la zona lavándola con suero fisiólogico y utilizando una compresa fría para cada ojo. Cuando se trata de un caso de conjuntivitis bacteriana es preciso el uso de colirios antibióticos y aplicarlo con las manos bien lavadas y sin tocar con la punta del gotero del colirio el ojo y aplicarse únicamente la cantidad prescrita. Además hay que evitar el uso de lentillas y limpiarlas a conciencia antes de volver a usarlas cuando se haya curado.

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