El PP también se opone a que CC tenga grupo
A CC se le ha puesto casi imposible formar grupo en el Congreso. Además de tener enfrente al PSOE, que exige el cumplimiento del reglamento, el PP anunció ayer su rechazo a las «trampas» de los partidos minoritarios que intentan salir del Grupo Mixto, para evitar «efectos nocivos en el sistema parlamentario».
El diputado electo del PP Vicente Martínez Pujalte, ha adelantado que su partido es partidario que el Grupo Mixto se mantenga «tal cual» ha quedado configurado tras las elecciones del 9-M, con once diputados de siete formaciones políticas distintas. «El arco parlamentario está ahora mejor definido», señaló tras recoger su credencial en la Cámara Baja, «con cuatro grandes grupos y un Grupo Mixto en el que están todos los demás».
La decisión del PP de no apoyar posibles agrupaciones de partidos para constituir grupos diferenciados no responde a un rechazo real a la posibilidad de que CC -su socio de Gobierno en Canarias- gane peso político en el Congreso, sino a una estrategia para impedir que lo hagan Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Cataluña.
Si los populares respaldaran el intento de los nacionalistas canarios de obtener voz fuera del Grupo Mixto, se quedarían sin argumentos para oponerse a que los dos diputados de IU y los tres de ERC formen también un grupo diferenciado.
«Esas dos formaciones no cumplen los requisitos que establece el Reglamento del Congreso y deben quedarse donde están», señaló Martínez Pujalte, «no deberían tener grupo, porque sería ridículo y absurdo con sus resultados».
En esa misma línea se expresó Jaime Ignacio del Burgo, veterano dirigente de UPN y miembro de la dirección del grupo parlamentario del PP en la anterior legislatura. «No es admisible que IU y ERC quieran forzar el reglamento para lograr lo que no les han dado las urnas», señaló, «y que grupúsculos que tienen dos o tres diputados puedan tener el mismo tiempo de intervención que PP o PSOE».
Así, el actual empeño de los populares en que las formaciones que han obtenido menos de cinco escaños se queden obligatoriamente el Grupo Mixto -pese a que en anteriores legislaturas prestaron diputados a CC para que formaran grupo propio-, perjudica de rebote los intereses de sus socios canarios, a los que no podrán apoyar sin contradecirse.
Por su parte, Rosa Díez, la líder del Unión, Progreso y Democracia (UPyD) que obtuvo un escaño el 9-M, adelantó que no entrará en ningún caso en «los regateos» para formar grupos parlamentarios en el Congreso, en relación a las conversaciones que mantienen los partidos minoritarios que quieren evitar el Grupo Mixto.
Hervidero.
Entretanto, el grupo mixto es un hervidero. Los 11 diputados de cinco formaciones distintas sopesan posibles fórmulas para formar grupo parlamentario y salir del mixto. El primer tanteo de Esquerra Republicana e IU-Iniciativa para unir sus fuerzas y formar grupo chocaron con la oposición del PSOE y PP porque no cumplen ningún requisito reglamentario; ni suman el 5% del voto total ni los republicanos superaron el 15% de los sufragios en Cataluña.
Tampoco tiene muchas posibilidades de fraguar una alianza el Bloque Nacionalista Galego, Coalición Canaria y Nafarroa Bai. No reúnen entre los tres el 5% de los votos totales, se quedan en 1,7%, pero en sus respectivas circunscripciones se acercan al 15% de los sufragios. Los nacionalistas canarios lograron el 16,8%, Nafarroa Bai, el 18,5%, y sólo los nacionalistas gallegos se quedan por debajo por poco, el 12%.
Existe el precedente de la pasada legislatura, cuando se permitió a Esquerra formar grupo en el Congreso a pesar de que obtuvo unos resultados electorales unas décimas por debajo del listón del 15%.
Menos peso, menos dinero.
La formación de un grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados no es un asunto menor ni desde el punto de visto político ni del económico. En el primer caso, supone tener un protagonismo en los debates parlamentarios y sesiones de control al Gobierno en igualdad de condiciones de tiempo con las fuerzas mayoritarias. En el segundo, implica percibir unas subvenciones para funcionamiento del orden del medio millón de euros anuales. Mientras que en el grupo mixto se divide el tiempo asignado entre sus integrantes y con el dinero ocurre lo mismo. De hecho, se calcula que la pérdida de sus grupos en la Cámara Baja y en la Alta le costará a Coalición Canaria más de un millón de euros.
