El mejor amigo de los Reyes
El camello es sin duda el mejor amigo de los Reyes Magos y estos días retoma todo su protagonismo con motivo de las cabalgatas. Más de un centenar de estos ejemplares, dotados con unas condiciones muy particulares y que en su mayoría son veteranos en este evento, son escogidos por sus criadores para participar en el tradicional desfile de cierre de la Navidad. El camello es junto con los Reyes, y por supuesto con los niños, el gran protagonista de la cabalgata. Por eso sus criadores ponen la misma ilusión cada año en escoger a los ejemplares más adecuados para un desfile en el que la seguridad es primordial, explica Chalo Viñoly, criador del lanzaroteño pueblo de Uga, auténtica cuna del camello canario, desde donde se impulsa desde hace cerca de año y medio la puesta en valor de esta emblemática raza. Para este ganadero perteneciente a una saga de varias generaciones de camelleros de Timanfaya, con más de 25 años de experiencia en participar en cabalgatas de Reyes a lo largo y ancho de toda Canarias, «la clave está en elegir camellos con características especiales, que sean veteranos, de entre 10 y 20 años y, además, que sean animales muy tranquilos y acostumbrados a no asustarse con las multitudes, con la música, las sirenas y los ruidos atronadores que generan estos eventos». «Es una selección de años porque hay que esperar a que sean adultos y después ver su comportamiento, si son o no espantadizos o más o menos dóciles», explica su criador. En su caso, aportará este año seis camellos al desfile de los pueblos de Tías y Yaiza y, aunque este martes seguían trabajando con su habitual faena de pasear turistas por los volcanes de las Montañas de Fuego, ya están listos para desempeñar un buen papel de transportar en su grupa a los Reyes. Son ejemplares como Careto, El Machote y hembras como Marcela, Famara o Conguito. En Lanzarote, existen a día de este miércoles unas 300 licencias para trabajar con camellos de cara al público, en especial en la actividad turística en torno al Parque natural de Timanfaya. Estas 300 licencias se reparten entre unas 27 o 30 familias o empresas dedicadas a la actividad y a la cría del camello. Muchas de ellas, como es el caso de Chalo Viñoly, llevan varias generaciones dedicadas a este animal, siempre en torno a una de las cunas del camello canario como es el pueblo de Uga. La cabaña camellar de Lanzarote ronda los 300 ejemplares, y la de Canarias en general, los 700 ejemplares. El último año se creó la Asociación de Criadores de Camello Canario, con base en Uga.
