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El CAAM y Halffter, en el horizonte del Cabildo de Gran Canaria

V.S.A./L.R./C.D.A.

Jueves, 1 de enero 1970

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El presupuesto que destina la Corporación Insular a Cultura unos 24 millones de euros así como las instituciones que dependen del Cabildo grancanario desde el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) hasta la Cueva Pintada, el teatro Cuyás o la Orquesta Filarmónica, convierten a esta institución en el motor cultural de la Isla. Además, dentro de Cultura se incluye Patrimonio Histórico así como la Biblioteca Insular, en la capitalina Plaza de las Ranas.

¿Qué retos tiene el nuevo responsable del área, Carlos Ruiz?

Si opta por ser un consejero más, podría dejar que las cosas marchen por el mismo camino fijado durante la legislatura pasada. En ese caso, la única papa caliente que se va a encontrar es la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC), que aún está cerrando las heridas del abortado, in extremis, conato de huelga. La figura del gerente, Juan Mendoza, elegido a través de un concurso público que parecía tan hecho a la medida que este periódico publicó su nombre antes de que fuera elegido, sigue dividiendo a un conjunto donde su director titular, Pedro Halffter, se aferra como un clavo ardiendo desde hace una década. Claro que Ruiz debe tener muy en cuenta que el contrato del director madrileño finaliza la próxima temporada. Y que los apoyos con los que cuenta Halffter en el seno de la formación musical están bajo mínimos, como consecuencia de la contienda interna de los últimos meses.

Le queda, también a la nueva Corporación, dar una salida al regalo envenenado del mastodóntico futuro Museo de Bellas Artes, en San Martín, Centro de Cultura Contemporánea. Ya se conoce el proyecto ganador del concurso público de ideas, y ahora toca saber si se darán los primeros pasos para que se convierta en una realidad. O se queda durmiendo en un cajón.

En otoño, la consejería que encabeza ahora Carlos Ruiz tendrá mucho que decir con el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). En octubre finaliza el contrato del actual director, el cubano Omar Pascual Castillo.

Lo natural es que se convoque un nuevo concurso público, fórmula gracias a la que el actual director accedió a su cargo. Y lo más lógico es que en la nueva convocatoria se fije si se quiere que el CAAM siga por el actual camino que transita o se apuesta por modificar su hoja de ruta. Una decisión difícil que generará controversia en los sensibles mentideros artísticos.

Su antecesor en el cargo, el coordinador general Larry Álvarez, consideraba que una prioridad para la nueva legislatura debería ser la puesta en marcha el Organismo Autónomo de Museos. Una vieja petición de los responsables de los máximos responsables de los recintos de la red insular, que lo consideran determinante para actualizar y mejorar la gestión diaria de los mismos. Así se evitarían aberraciones tan sangrantes como que la Casa de Colón no pueda gestionar la tienda que se abrió en sus instalaciones. De esto se encarga el CAAM.

Las actuales limitaciones estatales ley de racionalización para que la administración pueda crecer hizo que no se convirtiera en una realidad durante los últimos cuatro años. El proyecto está perfilado, a la espera de que se encuentre la fórmula legal para que se convierta en una realidad.

La red de museos padeció un calvario durante la legislatura en la que las riendas de la consejería las llevó la socialista Luz Caballero. El ostracismo al que fue sometido alcanzó cotas inimaginables. Durante los últimos cuatro años se vivió un importante renacimiento. El apoyo presupuestario ha sido importante, pero no tan determinante como la confianza que se depositó en los directores y trabajadores de los mismos. Se les exigió y se les dejó hacer, apoyándose en los criterios de los profesionales. Habrá que ver si esta fórmula continúa o se opta por un cambio.

Entre los proyectos que también herederará el nuevo grupo de gobierno figura la remodelación de la parte antigua de la Biblioteca Insular, con lo que se equiparán sus instalaciones a las de la zona ampliada. La obra ya está adjudicada y la reforma durará, al menos, unos nueve meses.

Todas las fuerzas políticas con representación en el Cabildo respaldaron el Bieno Galdosiano que se avecina. Ahora toca dotarlo de contenido y alcanzar un consenso con otras instituciones locales y nacionales para que corran con los gastos. Llamar a las puertas de la Unión Europea no debe ser algo descabellado.

La Fundación de las Artes Escénicas y la Música es otro de los pilares de la Consejería de Cultura. La joya de la corona, tal y como demuestra con su programación y con sus ingresos en taquilla, es el teatro Cuyás. ¿Para qué tocar algo que funciona bien?

Poco a poco, la Sala Insular de Teatro (SIT) gana en adeptos, según asegura Gonzalo Ubani, responsable de su programación como también hace en el Cuyás. Este recinto de la Avenida Primero de Mayo está a la espera de una serie de obras, ya presupuestadas, que mejoren sus instalaciones.

Los circuitos insular de artes escénicas y artes plásticas, como bien sabe Carlos Ruiz, que ha sido concejal del ramo en Gáldar, son determinantes para la vida cultural de buena parte de los municipios de la Isla. Aquí, los profesionales reclaman cambios importantes y una mayor sensibilidad presupuestaria.

Si Ruiz llega con la intención de realizar modificaciones importantes, debe tener muy claro a qué le tocará enfrentarse. Destaca sobremanera un enemigo hasta ahora invencible. La tradicional división estratégica de la «alta cultura» frente a la «baja cultura».

Una división sesgadamente desnivelada hacia los gustos de las fuerzas vivas y elitistas de la ciudad, que manejan en la sombra programaciones y presupuestos con los que satisfacen sus gustos personales y a sus amistades. Nadie dijo que ser revolucionario fuera fácil...

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