Desaparece el quinto activista en una semana en Pakistán

Un nuevo activista secular y crítico con el extremismo religioso ha desaparecido en misteriosas circunstancias en Pakistán, el quinto defensor de los derechos humanos en hacerlo en una semana, informó este miércoles una fuente de su ONG. Samar Abbas, activista en pro de los derechos de las minorías religiosas y presidente de la Alianza Civil Progresista de Pakistán (CPAP), tuvo contacto con su familia por última vez el sábado, día en que viajó a Islamabad desde Karachi (sur), y desde entonces no se sabe nada de él. "Su hermano ha presentado una denuncia por desaparición en la Policía de la capital. Parece que es un caso similar a los de los últimos activistas desaparecidos", dijo el secretario general de CPAP, Syed Talib Abbas. La fuente indicó que Abbas no era tan activo en las redes sociales como los otros recientes desaparecidos, pero afirmó que ha trabajado por la armonía entre las diferentes ramas del islam con la organización de conferencias y también ha denunciado la violencia sectaria. El activista pertenece a la minoría chií paquistaní, que sufre continuos ataques por parte de grupos terroristas suníes. La desaparición de Abbas se une a las de Waqas Goraya, Asim Saeed, Salman Haider y Ahmed Raza Naseer, cuyos rastros se perdieron entre los días 4 y 7 de este mes. Todos ellos son conocidos por expresar en las redes sociales sus opiniones, en ocasiones críticas con las autoridades, con el extremismo y la intolerancia. La ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP, en ingles) ha pedido su pronta recuperación e "imploró" al Gobierno que recuerde su obligación de proporcionar un entorno seguro para los activistas y defensores de los derechos humanos. Por su parte, el relator especial de la ONU sobre el Derecho de Expresión, David Kaye, exigió hoy a las autoridades paquistaníes que den la "prioridad máxima" a la búsqueda de los activistas. "Ningún Gobierno debería tolerar ataques a sus ciudadanos", dijo el experto en derechos humanos en un comunicado difundido en Ginebra. Organizaciones no gubernamentales del país han recordado que Pakistán nunca ha sido un país seguro para los activistas de derechos humanos, muchos de ellos amenazados, secuestrados y asesinados por su trabajo en los últimos años. El prestigioso diario paquistaní en inglés Dawn afirmó este miércoles en un duro editorial que "el Estado paquistaní continúa siendo sospechoso en la desaparición y detención ilegal de ciudadanos".