Batir la mancha para dispersarla
La imposibilidad de recoger la mezcla de hidrocarburos que se extiende desde el buque hundido a quince millas al sur de Maspalomas hizo que los barcos de Salvamento Marítimo batieran ayer la mancha. Fuentes de este organismo público explicaron que puesto que los vientos de veinticinco nudos y las olas de dos metros impiden desplegar los medios de lucha contra la contaminación marina, los buques están atravesando la mancha para que se disperse y se vaya eliminando.
En estos momentos, hay ya dos lenguas de hidrocarburo bien diferenciadas: una mayor, que se estima que pueda contener entre 200 y 550 toneladas; y otra más pequeña, que podría estar formada por unas 34 toneladas. En total, estamos hablando de unas 580 toneladas, una cifra algo alejada del máximo cálculo que se ofreció el jueves (unas 884 toneladas). La diferencia entre unas estimaciones y otras se deben, según las fuentes consultadas, a que es posible que una parte del fuel ya se haya evaporado, así como a la dispersión de la mancha por efecto del viento y de las olas.
El punto de mayor concentración de hidrocarburos se situaba ayer a unos sesenta kilómetros de la costa. Esto supone que en las últimas veinticuatro horas, la mancha se desplazó unos veinte kilómetros. El jueves, el vertido estaba a unos cuarenta kilómetros del sur de Gran Canaria, y no millas como se había dicho en un principio. Esto supone que el vertido sigue dispersándose en sentido suroeste, lo que hace cada vez más improbable que bolsas de piche lleguen a la costa grancanaria.
El Ministerio de Fomento informó este viernes de que los tres buques de Salvamento Marítimo continúan la vigilancia sobre el lugar del hundimiento, donde constatan que prosigue la salida de combustible procedente del barco hundido. Un cuarto barco polivalente equipado para la lucha contra la contaminación, el Luz de Mar, se incorporará este sábado al dispositivo.