Andrea Sánchez: "El Barça cambió mi vida"
La atacante internacional grancanaria ha conseguido consolidarse como una de las más firmes promesas del fútbol femenino nacional. Tras iniciarse en Arucas, su ciudad natal, y brillar en el Unión Viera dio el salto hace tres temporadas al Barcelona, donde destaca.
Tercera temporada en el Barcelona. ¿Qué ha aprendido en La Masía?
Llegué con solo 15 años a Barcelona, después de jugar en el Unión Viera y en Arucas. He crecido como futbolista, pero también como persona. Antes jugaba al fútbol por diversión, aquí me siento profesional. El Barça me cambió la vida.
¿Cómo fueron tus inicios?
Empecé a jugar en Arucas con solo seis años. Recuerdo que era la única niña y el campo de Arucas no tenía césped. Los demás padres le decían a mi madre que estaba loca, que me los chicos me iban a hacer daño. Luego pasé al Unión Viera, jugué durante tres años con chicos hasta que se creó el equipo de chicas. Yo era gordita y bajita y recuerdo que Rai, mi técnico de entonces, me decía que el día que corriese llegaría lejos. Fue el primero que me puso de extremo. Ana Pérez también me ayudó mucho, me retaba a marcar goles y me invitaba al McDonalds si lo lograba. Al final llegó el momento en el que ya no podía crecer más en la isla y apareció esta oportunidad única.
¿Cómo recuerda la llamada del Barcelona?
Un día mi madre me llamó al trabajo y me preguntó: ¿Qué harías si te llama el Barça? Le respondí que me iría sin pensarlo. Entonces ella me dijo que había sucedido, que tenía que hacer la maleta porque el Barcelona me quería. Le colgué sin creérmelo, pero era verdad. Y de repente me veo jugando en el mejor club del mundo, con jugadoras que veía por la televisión y las tenía como referente. Aunque esté en el equipo femenino, el club te trata igual que a un jugador de la primera plantilla. Te dan todas lo necesario para triunfar.
¿Cómo es un día en la disciplina azulgrana?
Llegamos a las 8.30 y nos pesan todos los días. Después desayunamos en La Masía, tenemos media hora de gimnasio y el entrenamiento de una hora y media. Luego tenemos unos 45 minutos de descanso para estudiar o ver partidos, comemos juntas de nuevo y dedicamos la tarde para ir a la Facultad. Estoy empezando Psicología y aunque es difícil compaginarlo con el fútbol, tengo todas las facilidades del club y la Universidad.
Está lesionada en estos momentos. ¿Qué objetivos se marca esta temporada?
Tengo 18 años y el privilegio de tener a las mejores al lado para seguir aprendiendo. Estoy en la recta final de mi recuperación y espero poder volver a jugar pronto. Mi objetivo es seguir mejorando, asentarme en el primer equipo y ser una jugadora importante para el club. Además, también quiero seguir progresando en la selección española. Me llamaron por primera vez con 14 años a la sub 17 y para mí es un orgullo representar a mi país. El próximo objetivo es la segunda fase del europeo y espero estar ahí.
¿Cómo analiza el fútbol femenino a nivel nacional?
El fútbol femenino está creciendo mucho y muy rápido, pero aún no tenemos el reconocimiento que tienen otras disciplinas o el deporte masculino. No sucede lo mismo en Canarias. Si yo no hubiese salido de las islas con el apoyo de mis padres no podría jugar al fútbol profesionalmente. Mi hermana es portera y juega en el Unión Viera, pero el fútbol femenino en las islas no está bien organizado, no hay ayudas ni se le da repercusión al fútbol femenino en Canarias. Está el Granadilla en Tenerife como única esperanza, pero los grandes clubes, como Las Palmas, que eliminó su equipo femenino tras un año en Primera División, o el Tenerife deberían implicarse mucho más.
